Elisa Sequeros e Ignacio Senra del estudio Bojaus proponen un cambio tipológico en un grupo de vivendas adosadas para transformarlas en “casas apiladas “Lo vertical y angosto pasa a ser espacio diáfano y horizontal: los muros laterales de cada vivienda son grandes vigas de hormigón que se van contrapeando y en donde la superficie, antes ocupada por escaleras y distribuidores interiores, ahora son metros útiles que amplían el estar o los dormitorios. Las pequeñas zonas con vegetación situadas en los testeros de los adosados se suman en un espacioso jardín compartido con piscina.
Fotografía: Montse Zamorano
El siguiente texto, ha sido elaborado a partir de una conversación entre Elisa Sequeros e Ignacio Senra del estudio Bojaus con Berta Blasco + JM Marzo de Tectónica
Tectónica: Lo más significativo de esta obra es el cambio de planteamiento proyectual de viviendas adosadas a bloque de viviendas ¿por qué lo proponéis?
Bojaus: Originalmente la parcela estaba ocupada por una sola vivienda que estaba en ruinas y tuvimos que demoler. La normativa en esta zona permite la tipología de “vivienda en fila”, es decir viviendas unifamiliares adosadas, segregando el suelo en tres parcelas independientes. Sin embargo cabía también la posibilidad de plantear un bloque abierto de tres viviendas en régimen de división horizontal, siempre que se respetasen los parámetros urbanísticos de ocupación edificabilidad, altura…. Pensamos que a pesar de que en un bloque en altura de sólo tres viviendas, el núcleo de comunicación penalizaría bastante, merecía la pena tratar de diluirlo, sacando la escalera al exterior y haciendo viviendas de una sola planta frente a los adosados de entre tres y cuatro plantas. La vivienda adosada se ve penalizada frente al bloque por una crujía muy estrecha, un fondo muy profundo y una superficie de 200 m2 distribuidos en 3 y hasta 4 plantas. Además en lugar de construir una escalera, cada casa tiene que tener la suya propia y ocupa una parte importante de la superficie de vivienda. Por todas estas razones planteamos la posibilidad de desarrollar una vivienda en cada planta, de forma que cada vivienda ocupase el máximo de superficie por planta, 180 m2 y 40m2 de terraza. Para ello era necesario sacar el núcleo de comunicaciones fuera del edificio. El ascensor es el único elemento que finalmente atraviesa el edificio. En un principio pensamos que funcionaría estructuralmente como estabilizador pero finalmente no fue necesario y con el contrapeo de muros resultaba suficiente para asegurar la estabilidad.
Plano de situación. Ver PDF
Planteamiento y proceso de la propuesta. Ver PDF
Fotografía: Montse Zamorano
Alzado a la calle de acceso
La escalera sí se convirtió en exterior para no computar edificabilidad y liberar la planta, pero el ascensor es interior y debido a los giros y desplazamientos en cada una de las casas cae en una posición diferente en cada una de ellas. De esta manera cada casa se adapta a la posición del ascensor y aunque resultan diferentes, cada una encuentra su encaje de manera natural, proponiendo diferentes opciones, cada una con sus ventajas e inconvenientes, sin que ninguna se vea perjudicada. La negociación entre las tres casas y el encaje del ascensor fue por tanto una de las claves del planteamiento inicial del proyecto
Planta baja. Ver PDF
Fotografía: Montse Zamorano
Axonometría con la cubierta desplazada. Ver PDF
Tectónica: Pero no sólo planteáis un bloque de 3 viviendas, sino que, para asegurar la privacidad de cada vivienda, giráis el programa. Con ese giro ¿no sale perjudicada alguna vivienda por cuestiones de orientación?
Bojaus: Como estábamos diciendo, se trata de una negociación y de encontrar un equilibrio entre unas casas y otras, pero en cuestión de orientación y de forma paradójica, la vivienda intermedia, que sobre el proyecto pensábamos que era la más perjudicada de las tres, es finalmente la que creemos que mejor funciona. La parcela se orienta en sentido Sureste-Noroeste, por lo que ninguna de las viviendas salía claramente perjudicada, pero es verdad que la vivienda central, orientada Suroeste-Noreste se encontraba en su fachada Suroeste con la medianera de la vivienda colindante, separada 4 m. Sin embargo, lo que parecía ser un problema resultó todo lo contrario. El muro medianero al que mira los dormitorios está cubierto por una trepadora, la ampelopsis, que cambia de color con las estaciones, convirtiendo a aquel frente de dormitorios en el mejor del edificio, por sus condiciones de privacidad y vistas, y por no recibir una luz directa sino rebotada contra esa medianera cubierta de plantas.
Alzado lateral. Subida por escalera
Planta primera. Ver PDF
Tectónica: Y también hay un cambio en la estructura que es significativo. En el proyecto, hay un planteamiento muy teórico, que con los muros paralelos que hacen ese juego de contrapeo, con el 13,5 x 13,5 m, pero luego hay un ajuste, que está muy bien, para estabilizar más la estructura, que son esas dos vigas centrales que rigidizan los dos muros paralelos. Es un modelo no tan esquemático, que quizás no queda tan bien a nivel gráfico, pero funciona muy bien, e incluso, por qué lo decís, con el cambio, no hace falta ni siquiera el núcleo de ascensores para rigidizar las plantas.
Fotografía: Montse Zamorano
Bojaus: Sí, al final hay muchas veces que quieres una cosa, pero la realidad indica que la solución debe de ser otra o debe matizarse... Creemos que este realismo o sentido común, si se quiere, lejos de empobrecer o debilitar los proyectos, los enriquece. El esquema inicial con los muros como único elemento de soporte de las losas, que sobre el papel era muy claro e interesante, dificultaba mucho los vuelos y como resultado obteníamos cantos de losa de entre 30 y 35 cm, lo cual no nos parecía muy razonable. Alejandro Bernabeu, que fue quien nos asesoró con el cálculo de la estructura, nos propuso utilizar dos vigas de canto en la parte central del vano de tal forma que además de resolver el vuelo de forma mucho más eficaz, nos permitía reducir los vanos de la losa a apenas 5 m., algo muy razonable que suponía poder reducir el canto de las losas a 20 cm de hormigón. Descubrimos, además, que para la organización interior de las viviendas que estábamos planteando, con dormitorios a un lado y salones al otro, esa banda central entre las dos vigas era perfecta para alojar todas las instalaciones de ventilación y climatización, con sus tubos, rejillas y maquinarias. Esa zona central de cada vivienda tiene un falso techo registrable de listones de madera de roble a una altura de 2,35m., lo que permite dejar oculta pero accesible toda la maquinaria y ocultar todas las rejillas de ventilación y clima, evitando registros ya que todo él es permeable y registrable.
Planta segunda. Ver PDF
Fotografía: Montse Zamorano
Fotografía: Montse Zamorano. Chimenea: Focus Création
Tectónica: Al dejar el hormigón visto, habréis cuidado mucho la ejecución, desde cómo se plantean los encofrados, si habéis utilizado un cierto tipo de tablero, aditivos…
Bojaus: Hicimos todo tipo de pruebas para que se marcara la tabla de madera de los encofrados sobre el hormigón, incluso nos propusieron quemar la parte más superficial de las tablas para luego cepillarla de forma que la parte más blanda de la madera se elimina y las vetas se marcan mucho más, pero resultaba exagerado, daba la apariencia de estar hecho con un molde de silicona de lo perfecto que quedaba y se trataba de un esfuerzo muy costoso que no valía la pena. Los muros de sótano sirvieron como banco de pruebas y finalmente nos dimos cuenta de que lo más importante es el orden y la sistematización de todos los elementos: la repetición es un recurso que siempre funciona. Lo más importante fijar criterios claros, dónde y cómo colocar los espadines, cómo son los berenjenos y dónde se ponen, filos rectos o achaflanados, juntas abiertas y marcadas o cerradas y absorbidas por el despiece de madera… al final sólo se puso berenjeno en los encuentros entre losa y muro. Todo esto es lo que realmente se percibe más y ordena el conjunto, si la madera se marca más o menos, si el vibrado, si la coquera se ve más o menos… todas las imperfecciones del hormigón forman parte de su encanto como material artesanal y hay que asumirlo; para perfección se podría ir a un prefabricado. Hay que cuidar que siempre se tenga la misma dosificación, que sea de la misma planta, para que los colores no varíen. Humedecer la madera, para que no se quede seca también es importante, porque en el momento en que la madera se seca, sí chupa mucho, en el hormigón al desencofrar puede haber desprendimientos y desperfectos en esa capa más superficial que es la que tiene el dibujo. Por eso, en Madrid, es siempre mejor ejecutarlo en invierno, porque hay muy pocos días bajo cero y en cambio en verano se alcanzan temperaturas demasiado altas.
Fotografía: Montse Zamorano
Sección transversal. Ver PDF
Tectónica: En este tipo de obras con la estructura vista aparece el problema de la falta de continuidad del aislamiento ¿Cuál fue la solución?
Bojaus: Es cierto que el puente térmico que se produce en los encuentros de losa y muro se convirtió en un problema a resolver, de hecho, es algo sobre lo que volvemos a estar trabajando en otro proyecto de viviendas que estamos desarrollando ahora y que es muy similar en su construcción, también en hormigón visto. Los modelos informáticos que manejamos indicaban que el problema realmente se limitaba puntualmente al encuentro entre los frentes de vidrio y la losa, en su extremo superior. El inferior estaba solucionado con el aislamiento en continuidad y la masa del hormigón hacía que el canto de losa no penalizara demasiado. Existe continuidad en el aislamiento de paredes y suelo, ya que cada losa tiene un aislamiento horizontal continuo de 80 mm debajo del suelo radiante. Este aislamiento sirve además para aislar acústicamente las diferentes viviendas entre sí mitigando sobre todo los ruidos de impacto en los suelos. De esta forma, tenemos tres cajas apiladas, aisladas interiormente de manera continua. El único salto se produce en el encuentro superior de la carpintería con la losa, donde el capialzado de los toldos permite introducir un buen paquete de aislamiento. El modelo nos daba un nivel de aislamiento general del edificio muy alto y aun contando con los grandes paños acristalados - se trata de un vidrio térmico y bajo emisivo - la calificación del edificio salía “A”. Finalmente, ya en fase de obra introdujimos el sistema de climatización con bomba geotérmica y pudimos mejorar la calificación energética hasta el nivel máximo, obteniendo el “A+”. Ahora además se va a instalar un sistema de paneles fotovoltaicos por lo que el edificio será de consumo y emisiones nulas prácticamente.
Fotografía: Montse Zamorano
Fotografía: Bojaus
Autoría: Bojaus / Ignacio Senra y Elisa Sequeros
Localización: Madrid
Colaboradores: Jorge Gabaldón, Arquitecto. Ignacio Buzzanca, Arq. Técnico. Bernabéu Ingenieros (estructuras). Valladares Ingeniería (instalaciones)
Fotografías: Montse Zamorano
Empresa constructora: Desarrolla
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Publicado: Feb 14, 2022