La rehabilitación energética es un desafío contemporáneo que exige una estrategia de intervención sobre la arquitectura preexistente. Cada solución arquitectónica ha de adaptarse de forma adecuada a las condiciones de la obra, y, aunque cada intervención requiere un proyecto específico, a veces las pequeñas acciones con sistemas optimizados y eficientes resultan muy efectivas, como ha sido la utilización de persianas de lamas apilables de Griesser como control térmico y lumínico dentro del planteamiento global de eficiencia energética y de confort que ha guiado la transformación de una nave industrial en la nueva sede de Coatresa.
Las oficinas de Coatresa en Santa Perpetua de Mogoda, Barcelona son el primer edificio de oficinas catalán con el sello Passivhaus (el tercero en España). La empresa, fundada en 1983 y dedicada principalmente a los recubrimientos técnicos de alta calidad, tuvo la oportunidad de trasladar su actividad de las 5 naves que ocupaban (6.000 metros cuadrados) a una única nave de 12.000 metros cuadrados, de los cuales 900 se destinan a despachos en los que se ha atendido de manera especial el confort de temperatura y ambiental.
Los nuevos espacios de trabajo han sido equipados con un sistema de ventilación con control de CO2, sistema de climatización por conductos frío y calor con regulación por compuertas y protección solar con persianas exteriores de lamas apilables orientables de Griesser.
Edificio Coatresa. Sección transversal.
Memoria de la renovación interior por Dennys&Von Arend:
"Hoy en día, la arquitectura que estamos proyectando nos empuja cada día más a cuidar la orientación de nuestros edificios, así como las aberturas que proyectamos en ellos. Otras veces, esta arquitectura nos viene marcada por un edificio existente y las necesidades del cliente son muy concretas.
Estas consideraciones nos ayudarán a proporcionar a estos edificios un mayor confort térmico y un menor consumo energético. De esta forma se inicia este proyecto de oficinas, la voluntad de un cliente de dotar de un gran confort térmico y un espacio saludable para sus trabajadores, así como de contener el consumo energético de las oficinas. En este caso, se le propuso por parte de la ingeniería y de la arquitectura técnica, realizar una serie de mejoras para llevar las oficinas a certificar Passivhaus.
Planta primera
En este proyecto de oficinas, nos encontramos con un edificio existente destinado anteriormente a la industria, donde se mantuvo parte de la estructura existente y su fachada. Esta base existente sirvió para realizar una serie de actuaciones, dotando al edificio de una envolvente térmica tanto en fachada, cubierta y suelo con valores de transmitancia de 0,19 W/(m2K) para las fachadas, 0,14 W/(m2K) en cubierta y 0,15 W/(m2K) y 0,33 W/(m2K) en suelo y forjado, respectivamente. Además de una buena envolvente térmica, se instalaron unas ventanas de altas prestaciones tanto térmicas como a nivel de hermeticidad, con valores de Uw = 0,50 W/(m2K) y nivel de hermeticidad 4. Se comprobó mediante un ensayo Blower Door que la hermeticidad realizada con láminas, cintas y pinturas especiales no fuera superior a 0,6 1/h.
Diagrama de climatización.
En cuanto a las instalaciones, estas oficinas, por exigencia de la normativa estatal y las exigencias del estándar Passivhaus, se dotaron de una renovación de aire con recuperación de calor, para cubrir una ocupación de 40 personas en diferentes momentos del día y la semana, controlados por sensores de CO2 ubicados en cada una de las salas de reuniones y despachos de las oficinas. En este sentido, la preocupación del cliente por generar un espacio confortable y saludable para sus trabajadores, sumado a la voluntad de los técnicos de proporcionar un espacio abierto en el que no se generaran corrientes de aire excesivas, provocando así un malestar térmico a los trabajadores que pasan la mayor parte del tiempo sentados en su lugar de trabajo, hizo que se proyectara un sistema de aire acondicionado regulado por compuerta con termostatos independientes en cada una de las salas y despachos.
Diagrama de ventilación.
Por último, durante la fase de proyecto y cumplimiento del estándar Passivhaus, siempre preocupó la posibilidad de tener demasiadas ganancias internas debidas a la gran ocupación, el gran número de ordenadores, impresoras, etc., sumadas a las ganancias solares producidas por las nuevas aberturas que se proyectaron.
Sección por el hueco.
Estas aberturas pretendían aportar una interacción con el espacio exterior y, a su vez, una iluminación natural para desarrollar la actividad sin necesidad de aumentar el gasto energético por la iluminación. En este sentido, también había que sumar la posibilidad de que, en momentos del día, en algunos puestos de trabajo próximos a las aberturas exteriores, se generara un malestar lumínico provocado por el deslumbramiento exterior que podía provocar problemas de visión en los trabajadores, así como un bajo rendimiento laboral.
La solución de protección solar mediante persiana apilable responde de manera automática a las condiciones lumínicas y de incidencia solar del exterior para ofrecer siempre las mejores condiciones de luz y temperatura en el espacio de trabajo.
Detalle carpintería y protección solar. Sección vertical.
Detalle carpintería y protección solar. Sección horizontal.
De esta forma, de la mano de Griesser, se optó por proteger las aberturas exteriores con persianas apilables orientables, en concreto con el modelo Lamisol 70 FIX. Esto permitió corregir la entrada de ganancias solares en todo momento, evitar el deslumbramiento en los puestos de trabajo y controlar mejor la entrada de luz exterior. Para ello, se diseñó un sistema de control domótico con seguimiento solar, para actuar sobre cada una de las ventanas en tres zonas diferenciadas según la orientación de las tres fachadas exteriores.
Sensores de viento, precipitaciones y claridad.
Este control domótico automatizado fue posible gracias a la estación meteorológica de Griesser, que permite controlar en todo momento la radiación que reciben las tres fachadas exteriores, haciendo que las persianas bloqueen la entrada de ganancias solares. También permite abrir o orientar las lamas de las persianas de las dos zonas restantes, dotando al interior de las oficinas de luz natural y evitando el deslumbramiento.
De esta forma, además de conseguir un gran confort lumínico, se logró disminuir el consumo energético por climatización de las oficinas en un 30%".
A pesar de que el objetivo principal era el bienestar de los trabajadores –cambio que ha sido evidente, pasando de ser habitual la sequedad de ojos y los dolores de cabeza a quedarse incluso a la hora de comer por la buena sensación física que se da en el interior de las oficinas–, el ahorro económico que ha notado la empresa ha sido muy importante. Se ha pasado de un consumo diario de 80 KW a menos de 9 KW/día.
Ficha técnica:
Obra: Edificio Coatresa en el Polígono industrial Can Bernades, Santa Perpetua de Mogoda, Barcelona.
interiorismo: Dennys&Von Arend
Ingeniero/Proyecto: Jose Cruz, ST Enginyers
Construcción: Grup Sabater, Muntatges la Nau
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Publicado: Nov 27, 2023