Las olas de calor que se están sufriendo afectan de manera directa a la vida y la salud de los ciudadanos. En las ciudades, con amplios espacios duros, sin sombra, con una intensa actividad de tráfico e instalaciones, se crea el efecto isla de calor, para la que la renaturalización de los espacios es una estrategia cuya eficacia ha sido demostrada para hacer descender las temperaturas y crear refugios climáticos.
Clasificación climática de los municipios de Navarra según el CTE para el presente (izquierda), el periodo futuro próximo 2021-2050 (centro) y finales de siglo 2051-2080 (derecha).
Un ejemplo de planteamiento de estrategias para proponer soluciones a los efectos de las altas temperaturas es la Comunidad Foral de Navarra, que ha puesto en marcha el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC de adaptación al cambio climático, trabajando en la mejora de distintos planes públicos de rehabilitación de edificios, regulaciones laborales específicas, protección de población vulnerable o creación de llamados refugios climáticos de zonas verdes o de sombra en los espacios públicos, que contribuyen a paliar los efectos nocivos que las olas de altas temperaturas tienen sobre el medio ambiente, la salud de las personas o su vida cotidiana.
El proyecto ha realizado un estudio según el cual las olas de calor van a ir incrementándose en un 60% durante el próximo medio siglo. Navarra está midiendo el número, la duración y la intensidad de las olas de calor que se padecen al año y ha ido desarrollando diferentes planes y sistemas de alerta para monitorizar, definir e implementar medidas que urge adoptar para adaptarse y anticiparse a los innegables efectos que el calentamiento global está causando ya sobre el territorio, los entornos urbanos, el tejido productivo o la salud de las personas.
Refugio climático de Bidaurreta. Fotografías: Ayuntamiento de Bidaurreta.
El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha desarrollado un plan de prevención de los efectos en salud del exceso de temperaturas y de la contaminación del aire en Navarra, que se actualizará anualmente, para ampliar el conocimiento y adoptar medidas de adaptación efectivas y suficientes. Un aspecto muy importante es la adaptación de los entornos a las altas temperaturas; tanto las viviendas o edificios como los espacios públicos, con zonas de sombra, zonas verdes o refugios climáticos. Con estas medidas se pretende construir espacios urbanísticos donde la sociedad pueda resguardarse tanto de las altas temperaturas como de otras condiciones meteorológicas que pongan en riesgo su salud. Estrella Miqueleiz, técnica del ISPLN y responsable del área de Salud del proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, comenta: “Debemos ir avanzando en planificar ciudades saludables que den una alta prioridad a la salud en todas sus actuaciones”.
Los refugios climáticos son lugares, naturales o urbanos, que habilitan u ofrecen los municipios a su vecindario para poder refugiarse ante una circunstancia climática extrema, como inundaciones, olas de frío o de calor. En Navarra ya se han activado algunos ejemplos como la creación de un espacio a la sombra de los tilos en la plaza del pueblo de Bidaurreta, la conversión de un solar de cemento en un jardín con plantas adaptadas al cambio climático en Villava, la nueva plaza verde diseñada en la localidad de Arboniés o la apertura de la ermita del Calvario en Cáseda, entre otros.
Propuesta de toldos verdes en Valladolid dentro del proyecto europeo H2020 URBAN GreenUP. Imagen a través de valladolid.es
Resultado de los estudios realizados es la Guía de arquitectura, urbanismo y cambio climático, centrado en la Comunidad Foral de Navarra pero extrapolable a otras ámbitos que se encuentren entre los rangos climáticos asignados por el CTE E1 - C1. La guía aporta medidas y ejemplos de buenas prácticas.
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Publicado: Aug 10, 2024