Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. A. Baulina + C. Nanzer + A. Cohen + G. Jarrys + I. Saal, arquitectos

Alberto Baulina + Cristian Nanzer + Alejandro Cohen + Gaspar Jarrys + Ines Saal, arquitectos

Fotografía: Gonzalo Viramonte

Tres preguntas

¿Cómo revertir el deterioro de los espacios públicos en la ciudad universitaria?

¿Cómo superar la fragmentación de la llamada arquitectura de períodos?

¿Cómo superar el simple aulario – contenedor de la universidad de masas?

Lógica en el campus

Si el campus debe ser modélico de una noción de universidad pública, la propuesta para la FAUD puede contribuir a ello desde la perspectiva de proponer una nueva lectura de los edificios de ciudad universitaria, rescatando la singularidad de esta como extensión del Parque Sarmiento y sus edificios iniciales (Pabellón Argentina, Facultad de Ciencias Económicas y Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales) como piezas de escala y de referencia urbana para la estructuración del campus.

Nodo de diseño + taller de simulaciones + centro cultural

La lógica de la producción y enseñanza del diseño objetual, espacial ó comunicacional, ha ido cambiando y generando esta suerte de tipología de fusión para una institución que requiere gran especialización y simultáneamente demanda una creciente interdisciplina. Esta complejidad conocimiento tecnológico – arte – gestión, demanda a la FAUD ser simultáneamente un centro cultural, un centro de investigación y transferencia al medio, un lugar de producción y en tanto oficina de diseño, una fábrica de modelos de simulación a diversas escalas.

Se trata de albergar una formación general y una atmósfera cultural y espacial que albergue la secuencia enseñanza – investigación – extensión en el grado de las disciplinas actuales ó futuras en el campo del diseño, tratando de expresar la institución como un sistema de lugares (transmisión, producción e intercambio) estructurados a lo largo de recorridos legibles y variados que generen permanentemente referencia e identidad.

Tipología de fusión

Si cada obra construye sus propias reglas, que establecen un orden especifico de modificaciones de lo real y de la tradición de la disciplina, en este caso particular, a la hora de definir el ADN de la operación en juego, se trató de buscar precisión. Se propone modificar el territorio inmediato como así también la lógica del edificio existente estableciendo una nueva totalidad que aporte otro concepto para la organización del espacio universitario: una tipología de más interactiva relación interior – exterior y de un formato que transponga el claustro y trascienda el aulario–contenedor.

Se establece un agrupamiento programático, al norte, más híbrido, de mayor presencia cultural de la FAUD, y una colonización con un nuevo frente urbano en la cara sur del sitio. Resulta así, una nueva tensión de uso y apropiación, devenidas ambas operaciones de las respectivas etapas planteadas. Precisión en este caso también significa una imagen nítida, firme, contra la proliferación de imágenes-mercancía.

Una arquitectura didáctica

La idea esencial del partido adoptado es un doble movimiento: de integración del edificio existente en un nuevo conjunto que a la vez sea superador de las partes. Envolver e integrar como una muñeca rusa. La propuesta se organiza con dos forjados, uno por etapa y se articula con el edificio existente a través de cinco calles y cinco plazas.

Un edificio para el paradigma de masividad vigente debe ser un edificio que en sí mismo funcione como una red y como un soporte que facilite muchas horas de permanencia tanto de docentes como de estudiantes. Se propuso un edificio flexible pero con fuerte identidad, no indeterminado pero con autonomía de sus etapas a través de eficientes articulaciones. Los sistemas verticales y de servicios derivan de esta secuencia y se localizan en los puntos de intersección de los ejes de circulación.

Se trató de evitar la mera gestualidad a través del sistema de lugares y recorridos propuesto, para crear un soporte que articule la masividad actual de la enseñanza con las demandas de sociabilidad, cosmopolitismo, culturas digitales, diversidad cultural y pertenencia que deben contribuir a generar las instituciones universitarias.

En este sentido es que hablamos de una arquitectura didáctica, que sea verdaderamente contributiva a la sustentabilidad del campus a partir de un uso más considerado y cuidado de los espacios públicos y de las instituciones de la ciudad, como la propia FAUD.

Cinco calles y cinco plazas

Del orden del edificio existente deviene la demanda de conectividad y claridad de un sistema de movimientos superador, que garantice la funcionalidad del partido, envolvente e integrador, adoptado. Con el sistema de calles y plazas públicas y semipúblicas como una instancia micro-urbana que oriente el uso y la apropiación de los espacios se busca evitar la proliferación de una lógica fragmentaria. Se ha buscado no solo una fuerte articulación interior – exterior sino también una neta diferenciación de lo que proponen cada una de las cinco plazas de encuentro:

La recalificación del patio existente nivelándolo y volcando los principales servicios estudiantiles al mismo;

El patio museo y el playón de prácticas como fuelle entre los dos edificios.

Las plazas de acceso norte y sur como referencias urbanas en articulación con la vialidad y los edificios representativos del entorno; y para calificar los elementos singulares del programa de actuación, biblioteca y edificio de gobierno respectivamente.

La propuesta de la terraza jardín, sobre la placa de la segunda etapa, como un elemento de integración de la totalidad del proyecto supone, también, ensayar otra propuesta de uso del espacio exterior.

Reconciliar la sede con el campus – primera etapa

Se concibió el edificio para la FAUD como una pieza que contribuya a dar mayor legibilidad a la Avenida Haya de la Torre como eje principal este – oeste armando su sistema de acceso principal sobre el frente norte, y proponiendo al mismo la doble piel de control climático y transparencia que califica las funciones, vinculadas amablemente al potente insumo espacial del campus. La biblioteca con su propia expansión de lectura informal al exterior, organizando la esquina hacia la plaza del rectorado y un plano noble de plantas libres organizando la producción académica de la primera etapa con una propuesta de usos flexibles para mostrar en distintos momentos del año esa producción de la FAUD como lugar principal de exposiciones. De allí su ubicación, transparencia y flexibilidad de uso. Se trató de darle escala al conjunto urbano a través del coronamiento con las cajas de aulas.

Esta pieza compacta se organiza por un deambulatorio al sur que contiene en sus extremos los sistemas de circulación vertical, hacia el este la gran rampa de movimientos masivos y calificación del ingreso secundario desde los actuales estacionamientos que se receden para organizar la plaza del rectorado por una continuidad de solado. Hacia el extremo oeste se organizan los servicios, escalera y ascensor montacargas. Esta pieza de hormigón visto opera como cierre hacia el oeste y prefigura el acceso a la terraza semipública de la segunda etapa.

La grilla ordenadora de 5 x 5 metros relaciona las geometrías del edificio existente con la ampliación propuesta, prefigurando, con distintos múltiplos, los sistemas estructurales. La grilla de hormigón armado de 2,50 x 2,50 metros se propone como contenedora de los filtros ambientales y comunicacionales, tanto naturales (verdes) como artificiales (parasoles) y también como soporte posibilitante de grafismos urbanos para eventos excepcionales como congresos, bienales y exposiciones.

El uso del color en el exterior se concentra en el volumen de las tres aulas teóricas, que se propone revestido en piezas vítreas rojas. Este volumen opera como un gran mirador sobre el conjunto del campus al concentrar sobre su frente una línea de expansión de las propias aulas teóricas. El otro elemento que opera como singularidad en esta arquitectura contenida y austera es la biblioteca. La misma se estructura con su propio sistema de circulación, manteniendo cierta introversión de la totalidad del sistema para garantizar su estanqueidad como un lugar que concentra toda la información y la herencia cultural. Se trata de celebrar su carácter único e insular.

Placa de eventos y nuevo frente urbano – segunda etapa

En la segunda etapa se propone una gran placa de cierre hacia el oeste que se conecta por el sistema circulatorio y en doble peine se estructura en sentido norte sur. Este forjado remata en el edificio de gobierno en la certeza de que es necesario asumir el conjunto del predio con una resolución urbana que rompa la dicotomía frente – fondo que caracteriza la organización actual.

Este pequeño edificio de planta libre puede ser dislocado en otra etapa, facilitando la gestión del proyecto. De una resolución muy sintética y neutra, destaca el plan de accesos calificando la calle sur – norte y localizando en lugar accesible y visible la sala del Honorable Consejo Directivo de la FAUD. El resto de las funciones tiene una lógica previsible de plantas de acceso más masivo en las inferiores y de mayor selectividad en las superiores.

La avenida Medina Allende, verdadera circunvalación hoy sub–utilizada y de periferia, puede ser una interesante alternativa de accesibilidad vehicular y del transporte público a futuro, lo que supone el tratamiento de este sector como un frente urbano calificado. Así, se lo ha dotado de su propia plancha de estacionamientos para autoridades y se ha considerado asimismo el acceso al playón para prácticas, al patio museo y a las actuales áreas de apoyo técnico. Asimismo, se considera el sector sur como probable área de reserva para futuros crecimientos que continúen la lógica de envolver e integrar el edificio existente.

El forjado principal contiene una espina circulatoria en planta baja que organiza hacia el este el sistema de boxes en dos niveles (con un entrepiso) y hacia el oeste el conjunto de aulas, talleres y servicios diversos. Por otra parte esta conformación de frente abierto y cesura entre el actual edificio y nuestra propuesta, libera convenientemente el espacio de los tendidos de las redes cloacales, minimizando el impacto de las infraestructuras, lógica integral en el proyecto de la primera etapa, haciendo coincidir el núcleo de sanitarios en la rótula entre ambas etapas y sus redes.

En la planta de la terraza se ubica la placa verde, que opera como expansión lúdica de todo el conjunto, y que contiene el bar, una serie de estares a cielo abierto y/o en pérgola, el manto verde y el espejo de agua que cumplen funciones tanto paisajísticas como de control y aprovechamiento de la inercia térmica, incorporando el régimen climático cordobés como insumo proactivo. Asimismo, en el límite oeste se ubica una barrera de árboles que refuerza la existente para mejorar las condiciones de confort tanto de los talleres como de la terraza–jardín.

Se complementa esta propuesta con el talud de verde sobre el mismo sector oeste. Este talud sólo se interrumpe para generar a medio tramo de la placa una salida de emergencia al par que referencia para la circulación, servicios y conexión transversal y otra entrada de servicio para el sector de mayordomía y depósitos.

La calle interior que organiza esta etapa se dimensiona en doble altura para dar lugar al deambulatorio del entrepiso de la zona de boxes, y a lo largo de todo su recorrido es acompañada por una raja de luz constante producida por la menor altura de los talleres respecto a los boxes. Aquí también se ha optado por similar esquema estructural originado en la grilla de 5 x 5 metros. Esta lógica compositiva se refuerza por el tratamiento de la envolvente hacia el patio interior (patio museo y playón para prácticas, en continuidad con la doble piel que envuelve el grueso de la primera etapa).

La respuesta proyectual

Cinco ejes estructuran la propuesta:

1) Resolver el edificio como un único contenedor de actividades, con una clara legibilidad entre áreas servidas y áreas de servicio.

2) Evaluar y calibrar correctamente su impacto urbano.

3) Generar acciones de sustentabilidad diseñando diversos filtros ambientales.

4) Proponer una fuerte pero austera imagen corporativa como símbolo cultural y como ropaje institucional.

5) Generar una lógica material del edificio que equilibre costo inicial con su costo operativo.

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Ficha técnica

Autoría: Alberto Baulina + Cristian Nanzer + Alejandro Cohen + Gaspar Jarrys + Ines Saal / arquitectos

Localización: Córdoba, Argentina

Año: 2018

Colaboradores: Marcos Barboza + Fernanda Canseco + German Jarrys + Pablo Senmartin + Mariela Marchisio.

Fotografías: Gonzalo Viramonte


Editado por:

Nuria Prieto Tectónica

Publicado: Nov 30, 2017

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