Viviendas sociales en Delessert. Ateliers O-S Architects

Fotografía: Cyrille Weiner
El solar se sitúa dentro de un tejido urbano ocupado de manera predominante por construcciones de vivienda social, la zona de renovación urbana del barrio Delessert.
Hemos desarrollado el proyecto conforme a dos ideas. La primera es la búsqueda sistemática de una arquitectura muy abierta hacia el exterior a través de grandes terrazas como prolongación de la vida en el interior; la segunda, es la manipulación del volumen edificado para asegurar una relación respetuosa entre vecinos y el soleamiento óptimo de las viviendas.

Regeneración urbana.
El proyecto plantea ofrecer en cada uno de los apartamentos una elevada calidad espacial y una arquitectura abierta al exterior. Los dos volúmenes se han modificado y colocado para permitir la posición idónea de cada apartamento respecto al sol y para evitar el encuentro visual entre ellos. Con este objetivo se define una planta en U en la que los brazos se ensanchan y encogen.
Los volúmenes se escalonan y las terrazas, planteada casi como jardines, extienden los espacios interiores hacia el exterior.
Esta volumetría escalonada retrae las viviendas respecto al límite de la parcela y de las viviendas próximas, manteniendo una distancia de cortesía.
El volumen fragmentado en dos bloques ofrece diferentes líneas para atravesarla y genera una transición física entre la avenida y el fondo de la parcela. Reafirma una transparencia visual en la que destaca una pequeña plazoleta.

Las viviendas y los espacios de exterior
Cada vivienda se abre al exterior y de orienta de tal modo que tenga el mayor número de vistas posibles. En efecto, cada apartamento tiene doble o triple orientación. El peto de las terrazas se presenta como un añadido a la fachada, se desolarizan de los voladizos. Una bandeja de acero inoxidable embebida en la losa y con plantación de bajo mantenimiento permite que la vegetación crezca y trepe por la malla metálica colocada en ese punto, solución que además garantiza una mayor privacidad desde el interior de las casas.
Hacia el sur, se abren las terrazas-jardín y ofrecen un espacio semejante al que se puede disfrutar en una vivienda de planta baja. A las terrazas de las viviendas se puede acceder desde todas las habitaciones y, del mismo modo, por la terraza se puede recorrer la vivienda. La fachada se convierte así en un elemento del que se pueden apropiar los habitantes y utilizarlo como un pabellón privado.
Los dos edificios están organizados alrededor de sendos núcleos de circulación vertical. Gracias a la geometría del edificio estos espacios disfrutan de luz natural, lo que refuerza la relación en las áreas comunes.
Este proyecto de vivienda social, de planteamiento sencillo pero ambicioso, ha logrado satisfacer tanto a los que las habitan como a los vecinos del barrio.

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