Vivienda industrializada en madera de Dario Cobo, gurea/arquitectura cooperativa

Darío Cobo Calvo, gurea | arquitectura cooperativa

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La vivienda en Navajeda, Cantabria, es un encargo de una familia que quiere trasladarse a vivir de manera permanente en el campo, que Dario Cobo Calvo, de gurea/arquitectura cooperativa, interpreta con una volumetría semejante a las viviendas que de manera aleatoria forman el pueblo, pero con una envolvente industrializada de eficaz funcionamiento térmico.

Fotografía: Javier Bravo

Alzado general. Perfil topográfico del terreno. Ver PDF

El texto que a continuación aparece en azul, procede de una conversación en torno al proyecto, entre Dario Cobo de gurea/arquitectura cooperativa, con Berta Blasco y JM. Marzo de Tectónica.

Tectónica: En primer lugar, para ponernos en antecedentes ¿Cómo os llega este encargo?

Darío Cobo Calvo: El encargo es privado, de un familiar, por lo tanto, hay cierta confianza para hacer una propuesta, no arriesgada, pero sí un tanto particular. Es una familia que quiere vivir más cerca de la naturaleza y elige Navajeda, un pueblo a 20 minutos de Santander, en el que quiere integrarse, hacer vida rural; no es una casa de veraneo. A partir de muchas conversaciones, nos dan su programa de necesidades, lo que espera de una vivienda, y buscamos puntos comunes con nuestros intereses para desarrollar el proyecto. Empezamos con referencias e imágenes, y poco a poco vamos afinando el proyecto y desarrollándolo.

Fotografía: Javier Bravo

T.: Háblanos un poco más del lugar para ponernos en contexto.

D. C. C.: Navajeda tiene un carácter muy disperso, no hay un centro como tal, y es un pueblo que conserva su carácter rural, con muchas casas de piedra. La vivienda está en el Barrio de la Maza, y un dato interesante es que es la última parcela urbana del pueblo.

Es un sitio bastante idílico. A un lado pasa un lindero, hay un arroyo y la vivienda se abre hacia el sur, con vistas a la montaña, hacia donde ya no se puede construir. La parcela tiene dos mil y pico metros cuadrados y hay una parte que es urbana y otra rural. Dispusimos el garaje como un volumen aparte y dibujando un quiebro respecto a la vivienda para no hacer un volumen excesivamente grande respecto a las construcciones del pueblo y que mantuviera esa ordenación aleatoria de la zona.

Plano de situación. La vivienda y el garaje anexo se sitúan junto al lindero que forma la carretera de acceso. En el lado opuesto, un arroyo hace e límite de la parcela. Ver PDF

"La parcela define el límite entre el pueblo de Navajeda y la naturaleza en su máxima expresión: vistas amplias, montañas, un pequeño arroyo y varios ro­bles de decenas de metros de altura. El proyecto materializa una reflexión so­bre la manera de habitar el medio rural hoy en día, respondiendo a una voluntad genuina de vivir intensamente con la naturaleza.

La vivienda se manifiesta como una pieza abstracta en el paisaje, a través de un volumen simple y compacto que no oculta su lenguaje contemporáneo: mien­tras que los materiales naturales en fachada –paneles de corcho en la vivienda, madera en el garaje- garantizan un diálogo sereno con los árboles y praderas, la cubierta de chapa ondulada refleja los cambios atmosféricos del cielo cán­tabro". (Memoria del proyecto)

Fotografía: Javier Bravo

T.: La idea que parece fundamental en el proyecto es la del espacio central, el invernadero, que es un elemento de conexión, pero también de climatización. ¿Cómo surge la idea? ¿la habíais incorporado en otros proyectos?

D. C. C.: La galería, en el norte de España, en Cantabria, es muy común en la arquitectura vernácula y funciona muy bien, y a eso se suma un interés personal por estas estrategias bioclimáticas, en el que influye que yo trabajé con Lacaton & Vassal un par de años, al terminar de la carrera. Pero también, es el acercamiento a las viviendas patio, tan comunes en el Mediterráneo, y queríamos estudiar cómo trasladar esta tipología al clima atlántico del norte de España, ¿qué pasa si cubrimos esos patios con una galería? 

Planta. Ver PDF

T.: Y has comentado que comenzasteis con referencias, ¿hubo alguna propia, además de tu experiencia con Lacaton&Vassal, o dada por el cliente que fuera determinante para el proyecto?

D. C. C.: Durante el desarrollo del proyecto fueron muy importantes las casas “binucleares” de Marcel Breuer, y muchas de las Case Study Houses californianas, en especial Craig Ellwood. Creo que la planta puede reflejar en cierta manera ese trabajo casi obsesivo por la precisión. Y por parte del cliente más que referencias arquitectónicas, que alguna sugirió, sí hubo un condicionante muy claro y curioso, y es que la planta de la vivienda tuviera una proporción áurea, lo cual afectaba a dos temas, por un lado, establecer una planta rectangular de unas proporciones muy definidas y, por otro lado, cómo hacer para que la vivienda tuviera cierta complejidad o riqueza espacial dentro de esa proporción áurea y de una apariencia sencilla, de una vivienda a dos aguas.

Proporciones de la planta. Proporción áurea.

"La rotundidad volumétrica exterior contrasta con la complejidad espacial in­terior: una galería atraviesa y divide en dos el volumen, funcionando la mayor parte del año como un invernadero que distribuye el aire caliente a ambas zo­nas de la vivienda. La cocina sirve de conexión entre las dos piezas resultantes, formando en planta una disposición en ‘H’ totalmente calefactada". (Memoria del proyecto)

Fotografía: Javier Bravo

T.: Y ahí aparece, entendemos, el altillo como un elemento que divide; o la cocina, que es como un volumen que está dentro del espacio de la galería. Hay un nivel de distribución horizontal muy evidente que se matiza en la sección, ¿es esta complejidad a la que te refieres?

D. C. C.: Sí. La vivienda, en sección, está organizada en cuatro bandas, y lo interesante, creo, es que teniendo la misma envolvente, la misma proporción, se generan espacios muy diferentes en esas cuatro bandas.

Secciones transversales. Ver PDF

Fotografía: Javier Bravo

Por un lado, el espacio de la chimenea se reduce a 2,20 porque aparece el altillo; luego está el espacio del salón que se expande con una doble altura generosa; se pasa entonces al invernadero, la galería, con el volumen de la cocina que no llega a la cubierta y que permite pasar el aire por arriba para ventilar; y se termina con las habitaciones con el baño, que cuenta con espacio de almacenaje sobre el falso techo del mismo. Se trata de construir de alguna manera la vivienda en sección.

Fotografía: Javier Bravo

Sección por la galería, con la cubierta de policarbonato y la circulación de aire que posibilitan los elementos practicables en la cumbrera. Ver PDF

Fotografía: Javier Bravo

Fotografía: Javier Bravo

Detalle constructivo. Planta. Ver PDF

Fotografía: Javier Bravo

T.: Un tema interesante es el de la industrialización, hasta qué punto vienen los elementos industrializados y si teníais experiencias previas de construcción tan industrializada.

D. C. C.: Era nuestra primera experiencia en cuanto a industrialización. Todas las fachadas están construidas en taller, pero los frontones de las fachadas laterales tenían que traerse en piezas, para luego montarse en obra, lo que tardó una semana y pico. Trabajamos con una empresa que está en País Vasco, y lo que traían montado era lo que entra en un camión, básicamente.

T.: ¿Os marcaron límites de la modulación para llevarlo en camión?

Sí, pero no fue una cuestión que afectara al proyecto; era más un tema logístico, porque sabíamos que la fachada, si no se trae en una pieza, se puede traer en dos.

Nos interesaba más la definición de la vivienda con una diferenciación entre la estructura y la envolvente. Pensando en el tipo de proyecto y las luces que tiene, se decidió la construcción con una estructura de madera laminada; bastidores, no tableros sólidos, y luego cerrar con tableros con aislamiento de lana de roca.

T.: ¿El módulo está formado por bastidores de madera de abeto con los tableros incorporados?

D. C. C.: Sí. Ese módulo ya venía montado de taller. Tiene el propio bastidor de madera de abeto y dos tableros de fibras, uno exterior resistente al agua – Superpan H Tech P5, de 18 mm de espesor–, y uno interior, que también tiene función estructural –VapourStop de 12 mm –, con aislamiento de lana de roca.

El tablero Superpan VapourStop (derecha en la imagen) cuenta con las características del Superpan Tech P5 (izquierda) incorporando en sus dos caras una barrera de vapor hermética al aire. Los dos tableros, de Finsa, están formados por un núcleo de partículas y caras exteriores de fibras de madera.

T.: ¿Fuisteis muy exigentes en cuanto a la estanqueidad de la vivienda?

D. C. C.: Fuimos cuidadosos, pero no perseguíamos ningún estándar passivhaus

Fotografía: Javier Bravo

"La utilización de sistemas prefabricados e industrializados permitieron en gran medida la autoconstrucción. La estructura y envolvente, compuesta por bas­tidores de madera laminada, se construyó en taller y fue transportada a obra, donde sus piezas se ensamblaron en apenas una semana. Los acabados y par­te de la obra menor fueron finalizados por los usuarios.

A medio camino entre lo rural y la naturaleza, la vivienda evoca siempre una doble condición: hermética y permeable, natural y artificial, industrializada y ar­tesanal, refugio y libertad". (Memoria del proyecto)

Secciones constructivas. Ver PDF

T.: ¿Y cómo es el asentamiento de la casa en el terreno?

D. C. C.: Había una intención de intentar excavar lo menos posible para, si en el futuro se desmontara la vivienda, dejar el terreno virgen, y, siempre siguiendo el estudio geotécnico, se hizo una zapata corrida perimetral, muy pequeñita, de 40 por 40 cm, y poco profunda, y luego ya la solera con un XPS para separarlo y aislarlo del terreno.

Fotografía: Javier Bravo

T.: ¿Cómo está resuelta la climatización?

D. C. C: Con aerotermia y suelo radiante. Hay una unidad interior que está en el espacio de almacenaje, y luego hay una unidad exterior, detrás del garaje, y se distribuye por suelo radiante. También tiene una chimenea de leña, de hierro, de las de toda la vida. Esto en cuanto a medidas activas, porque luego está el invernadero (galería), como mecanismo de regulación de la temperatura: de captación de calor en invierno –en los meses más fríos se cierran las compuertas del invernadero, se cierra arriba las aperturas que hay de ventilación en lo alto y se quitan los toldos– mediante el que se tiene una temperatura agradable que se distribuye al interior de la vivienda; y de refrigeración en verano, cuando se abren totalmente los portones frente y trasero y las aperturas de ventilación de cubierta y se protege la galería con unos toldos de sombreado para mantener el nivel de confort.

T.: ¿El funcionamiento es automatizado o es manual?

D. C. C.: Manual. Es un mecanismo muy estacional, no hay que estar cada día cambiando la disposición, y además había una intención de que fuera una vivienda low cost. De hecho, en todos los acabados hay una búsqueda de que sea una casa que no se vaya mucho de precio.

T.: ¿Y sabes si los clientes se han adaptado bien al funcionamiento y si este responde como pensabais?

D. C. C.: Térmicamente funciona bien. En invierno, cuando ponen la chimenea, no hace falta encender la aerotermia y, en verano, los días de mucho calor, si han estado fuera, la casa está calentada, pero baja la temperatura muy rápidamente a poco que se ventile.

Fotografía: Javier Bravo

T.: ¿El pavimento es hormigón pulido?

D. C. C.: Sí, es la misma solera que, obviamente, tiene un recrecido para el suelo radiante, y el propio mortero de recrecido se pule y luego sí que se pasó un barniz para cerrar el poro que aplicó el propio cliente. Este es un detalle que es interesante y es que el propietario, que es escritor, se implicó mucho en la construcción, estaba en la obra todo el rato, y, pasada la fase más industrializada de estructura, envolvente, aislamientos y demás, incluso participó en la construcción, como lo que os he comentado de aplicar el barniz del pavimento, pero también colocar todo el revestimiento interior de los tableros de contrachapado, con un amigo carpintero, o incluso colocar el corcho exterior siguiendo el despiece que le dimos. Ha habido bastante autoconstrucción, que en un principio me quitaba un poco el sueño, pero visto en perspectiva ha sido muy interesante.

Colocación del corcho: Son dos capas de corcho, de 2 y 4 cm. La primera, que es la de 4 cm, no podía adherirse directamente al tablero de madera, por la lámina impermeabilizante, por eso tenía que ir anclada mecánicamente, va atornillada al tablero, y luego una segunda que va pegada a la primera mediante un mortero. Fotografía: Javier Bravo

T.: En la memoria se diferencia el tipo de maderas, por ejemplo, la estructura es de abeto, en el garaje se ha utilizado madera de alerce ¿es muy intencionada esa variedad?

D. C. C.: La vivienda, al interior, debe tener unos estándares estructurales, de incendio y demás, para los que la madera laminada de abeto era lo más adecuado, y para el garaje, que es una construcción muy sencillita, que no va a aislada, nos interesaba una madera que tuviera buen comportamiento en el exterior y luego un buen envejecimiento.

T.: ¿Tiene algún tratamiento específico la madera de alerce, o el corcho que queda al exterior?

D. C. C.: El corcho ya viene de fábrica protegido con tratamiento antifúngico y es un material que cambia mucho de color, cuando se moja, cuando le pega mucho el sol… Y en el garaje sí lleva un barniz, por insistencia del cliente, aunque nosotros hubiéramos preferido no haberlo puesto para que envejeciera de manera más natural.

Fotografía: Javier Bravo

T.: ¿Y sabes cómo plantean utilizar la parcela?

D. C. C.: Tienen ya una huerta, porque quieren potenciar esa parte más agrícola.

Ficha técnica

Autoría: Darío Cobo Calvo / gurea | arquitectura cooperativa

Localización: Navajeda, Cantabria

Fotografías: Javier Bravo

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Editado por:

Tectónica

Publicado: Dec 26, 2023

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