Transformación de un establo. Ruinelli Associati Architetti

El punto de partida para este proyecto es el de la reconversión de un establo sin uso en el centro de la villa de Soglio para crear un edificio residencial. Durante el trabajo del proyecto, se decidió mantener el volumen del edificio histórico con cuatro esquinas de piedra natural y la cubierta de pizarra, ya que el edificio tenía ya un importante estatus en la estructura del pueblo y con relación al uso agrícola de las zonas exteriores a este núcleo estructural. El proyecto responde a esta cuestión de continuidad mediante la elección de materiales en lugar de una perspectiva formal. Los materiales de construcción son modernos, pero ninguno es prefabricado ni de origen industrializado: hormigón tratado, madera de roble aserrada sin tratar y acero soldado. El interior se ejecutó con un muro de hormigón tratado que tiene la misma capacidad portante que el antiguo muro de fábrica de ladrillo. Los muros de hormigón no se presentan como una caja insertada en un esqueleto existente. En lugar de eso las esencias de lo nuevo y lo antiguo convergen, como si el hormigón tratado fuese la continuación lógica y contemporánea de los viejos muros de piedra. Todos los materiales de construcción tienen un acabado duro y se insertan con gran precisión y conocimiento del oficio, en lugar de realizarlo de manera aproximada o arbitraria.

La especial atmósfera de este antiguo establo se crea principalmente por la gran cultura de los artesanos y oficios tradicionales, que se expresa en la diligencia aplicada de cada uno de los detalles, así como en la selección de esos detalles. El edificio al completo se debe a los artesanos y sus habilidades. Las fachadas mantienen la estructura tradicional de la piedra y la madera y son únicamente interrumpidas por elementos de hormigón que enmarcan los nuevos huecos en la planta baja. Las superficies de fachada tienen tejuelas de madera de roble que se ajustan de manera manual. La zona exterior se modela utilizando particiones y soportes de hormigón, creando varios niveles que conforman el desarrollo natural del terreno. La envolvente ‘moderna’ es un tipo de extensión de los muros del interior de la casa, que sirven como medio de inspiración y determinan el material. El muro implementa una nueva visión sobre el nuevo planeamiento urbano, nombrando la idea de edificio moderno como continuación de estructuras existentes. El hormigón armado no se pretende que sea meramente como un elemento estético, expresivo, sino como un demostración del significado de la arquitectura en el contexto de desarrollo urbano, en este caso mediante un muro perimetral.

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Ralph Feiner