Tánger 36, edificio de oficinas con doble fachada de Batlleiroig Arquitectura

Batlleiroig Arquitectura, Enric Batlle, Joan Roig y Albert Gil

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Batlleiroig arquitectura plantea en pleno distrito 22@ de Poblenou en Barcelona un ejercicio tipológico de oficinas inteligente y eficaz, que va más allá de la sugerente imagen abstracta del emparrillado metálico que envuelve la fachada y define el gran atrio de acceso al edificio, para liberar la zona alta de instalaciones y ofrecer las mejores vistas de la ciudad.

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

El texto que a continuación aparece en azul procede de una conversación en torno al proyecto entre Cristòfol Tauler de Batlleiroig Arquitectura y Berta Blasco y JM. Marzo de Tectónica.

Tectónica: Antes de comenzar a hablar de esta obra nos gustaría conocer algo sobre la organización del despacho, que tiene unas dimensiones y un organigrama poco convencional

Batlleiroig, Cristòfol Tauler: Batlleiroig es un despacho multidisciplinar donde se hacen proyectos que pueden ser de planeamiento, paisaje o edificación, y dentro del grupo de edificación hay varios equipos y uno de ellos es el que depende de Meritxell Moyà, arquitecta asociada del despacho, que tiene bajo su responsabilidad varios proyectos, uno de ellos éste de la calle Tànger 36 del que yo soy director de proyecto, dirección que alterno con otras dos de otros proyectos. En Barcelona es en donde se encuentra la sede principal, y en donde se concentra más actividad, pero hay también oficinas en Galicia y Madrid. 

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Tánger 36 es un edificio de oficinas situado en el Poblenou, un área que a finales del siglo XIX llegó a ser el ámbito con mayor concentración industrial de Cataluña. Actualmente, el barrio se encuentra inmerso en una renovación del tejido urbano tradicional, donde paulatinamente las naves originarias de la zona están siendo rehabilitadas o substituidas por edificios mayoritariamente de oficinas que conviven con nuevos equipamientos y zonas verdes.

En este contexto, se diseña un edificio con el objetivo de integrarlo en el pasado del barrio sin perder la identidad del lugar donde se encuentra, gracias a las tonalidades cerámicas de la fachada y las estructuras metálicas vistas.

Un edificio de oficinas de última generación situado en la esquina de las calles Tánger-Álava que limita con el sistema de pasajes interiores del pasaje Ratés, ámbito que forma parte de un planeamiento desarrollado por Batlleiroig en 2007.

El edificio, con una superficie construida de 11.585 m², se integra en el contexto urbano desarrollando una solución singular de la esquina Tánger-Álava, donde se genera un atrio exterior de cuatro plantas de altura que enmarca el acceso al edificio y genera una plaza de acceso relacionada con la calle Tánger, que se ha convertido en un verdadero eje vertebrador de nuevos edificios de oficinas, muchos ellos proyectados también por Batlleiroig.

Plano de emplazamiento

T.: ¿Y cuántos proyectos tenéis ahora en marcha?

BIR, C. T: Hacemos un congreso al año, el BIR Congress, donde se presentan proyectos y se intercambian ideas, y en el último que organizamos había entre 70 y 80 proyectos en distintas fases de desarrollo.

T.: ¿Y qué proporción de esos proyectos están fuera de España?

BIR, C. T.: La mayoría de los proyectos se encuentran en Cataluña; de las 140 personas que forman el equipo de Batlleiroig, del orden de 115 ó 120 estamos en la sede de Barcelona, pero ya hay proyectos de paisajismo en Francia y en Arabia Saudí y actualmente estamos participando en concursos internacionales.

T.: Es impresionante porque se percibe la intensidad con que se plantea cada proyecto. Y ya entrando en el de la calle Tànger 36, ¿cómo os llega el encargo?

BIR, C. T.: El encargo viene de un promotor un poco especial, un particular, no es una gran empresa o un fondo de inversión, sino que es un industrial de Poble Nou, la antigua zona industrial de Barcelona que se está reconvirtiendo en un Hub de edificios de oficinas vinculados a la tecnología, distrito 22@. Este promotor tenía allí su taller de carpintería y de mobiliario. Hubo una reparcelación y se quedó con un gran solar para el que promovió un concurso privado entre cuatro o cinco arquitectos, que ganamos. A partir de aquí hubo una relación muy fluida con él con una comunicación constante porque es una persona muy culta que estuvo muy implicado en el día a día del proyecto.

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Planta baja. Ver PDF

BIR, C. T.: El emplazamiento es un solar en forma de L, donde hay dos volúmenes, un volumen bajo que da a la calle Tànger y otro volumen alto que da un pasaje inferior, la calle Álava, que genera una plaza que también es un planeamiento de Batlleiroig. La calle Tànger es de tránsito elevado en la que se han ido levantando numerosos proyectos de oficinas, en cambio la calle Álava tiene un carácter más peatonal, es una calle ‘pacificada’, con restricciones a los vehículos, ajardinada, con una especial atención al peatón. Esto generaba un pequeño conflicto porque el núcleo de comunicación debía situarse en la macla entre el volumen alto y el volumen bajo, que está muy alejado del acceso que proponíamos por la calle Tànger. Para evitar un vestíbulo que luego diera lugar a un gran pasillo hasta los ascensores, definimos un gran atrio de acceso, de 24 metros de altura apoyado únicamente en dos pilares en V, en los dos laterales.

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Planta tipo. Ver PDF

A nivel de circulación, se concibe un edificio óptimo con un núcleo central situado en la inflexión de la planta y que se adosa a una de las fachadas interiores del pasaje, permitiendo generar plantas de oficinas muy flexibles que cuentan con terrazas en los extremos, promoviendo la relación de los espacios de trabajo con los espacios exteriores. La disposición de las zonas húmedas, situadas a continuación del núcleo, optimiza los recorridos de los usuarios y posibilita la iluminación y ventilación natural de las mismas.

Además, todas las plantas de oficinas cuentan con terrazas en los extremos con vegetación, promoviendo la relación de los espacios de trabajo con espacios exteriores.

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

La volumetría del edificio se organiza en forma de “L” en las cuatro primeras plantas y sobre ellas se disponen dos plantas más de menor dimensión. La planta quinta se destina a planta técnica y es allí, coincidiendo con el cambio de volumetría del edificio, donde se genera una cubierta verde que permite la creación de espacios de relación y posibles eventos en contacto con un gran jardín que favorece la biofilia mediante la incorporación de plantas y árboles adaptados al clima, con bajas necesidades hídricas y diferentes floraciones, convirtiendo este ámbito en un espacio inédito en edificios de oficinas de similares características y con vistas privilegiadas sobre la ciudad de Barcelona y el mar.

Planta quinta. Ver PDF

BIR, C. T.: Se genera este acceso porque así hacíamos crecer el edificio a lo largo. Estábamos dando fachada a la calle, pero no consumíamos edificabilidad. Nos interesaba llenar la torre, tener mejores vistas, mejor iluminación, porque cuanto más alta es la planta, más cara se vende. Por esta razón propusimos alargar el edificio generando una plaza, creando como un espacio de refugio, una zona sombreada, marcando muy bien el acceso que se planteaba como una continuidad de esta plaza en la que destacan un muro verde, una escalera y un lucernario. Nos arriesgamos, pusimos el núcleo de comunicación lejos, pero generamos todo este ámbito de acceso y esta plaza que nos diferenció frente a otras propuestas y que otorga calidad al proyecto.

Además, en Poble Nou por una normativa posterior de incendios, había edificios que tuvieron que poner escaleras metálicas en el exterior, muy al estilo Nueva York o Chicago, de estas que son escamoteables y se recogen en la última planta. Nosotros quisimos hacer un guiño a ese pasado industrial y pusimos una escalera metálica exterior de evacuación. No es una escalera que no cumpla una función, es una escalera que es necesaria y que, además, nos permitía no perder espacio interior del edificio. 

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

El gran atrio, formado por una estructura metálica colgada desde la parte superior mediante unas cerchas y apoyado en planta baja sobre dos pilares en forma de "V", genera un refugio climático para la ciudad, incorporando espacios de sombra y bienestar para los usuarios y peatones, además de mejorar el aislamiento térmico y acústico del edificio.

T.: ¿Y cómo es la estructura del atrio?

BIR, C. T.: El atrio es una estructura metálica, galvanizada, que venía casi prefabricada de taller, hasta lo máximo que daba el tráiler de transporte. Estamos en un edificio que está cerca del mar, en torno a 700 metros, y lo que no se quería es hacer soldaduras estructurales en obra. Una vez en obra, todo era mecanizado mediante tornillería. Era como un mecano que se iba montando. Y con esto conseguimos un mayor control del galvanizado de la estructura, porque no había que soldar in situ ni galvanizar en frío. Es más difícil controlar soldaduras en obra que pares de apriete de tornillos

En cuatro días estaba toda la estructura montada. Venía todo perforado de taller, Incluso los anclajes de la iluminación.

T: ¿Cada lateral del atrio se apoya en el soporte en V?

BIR, C. T.: Hay una franja interior de perfiles HB que se apoyan en la V, que está articulada. Después está la franja exterior, con tirantes, tubulares de 8 cm de diámetro, y que va colgada de una gran cercha.

En el atrio, hay dos paredes estructurales que se anclan a los forjados que se apoyan en dos pilares en forma de V. Esta pared portante está en el ala interior del atrio y aquí hay un guiño porque está formada por perfiles HB 220 y estamos en el barrio 22@; por supuesto no lo elegimos por eso, era el perfil óptimo estructuralmente, pero nos hizo gracia. Estos perfiles horizontales HB 220 se cogen a unas HB 160 y forman la estructura del atrio junto con la cercha de arriba de la que cuelga otra pared mucho más esbelta, exterior, que aguanta la escalera y las lamas que no llegan al suelo. La cercha era como las vigas que salían de una gran jácena de canto del techo de planta cuatro. En el frente no había una última cercha. 

BIR, C. T.: Las cerchas trianguladas se apoyan en la pared que va al suelo.

T.: Y vuelan algo donde cuelgan todos los tirantes de la capa exterior de ese atrio.

BIR, C. T.: Y estos tirantes son también los que aguantan la escalera de evacuación. Y esta escalera de evacuación y todos los elementos horizontales eran o HB 220 ó UPN 220. Había siempre un canto de la misma altura.

Sección. Ver PDF

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Al acceder al edificio, el vestíbulo se diseña como una prolongación de la plaza de acceso, con la que se comunica a través de una fachada totalmente acristalada.

En el interior, la sensación de amplitud se incrementa gracias a un lucernario lateral que permite la entrada de luz cenital y que baña un doble espacio que comunica la planta baja y el sótano, espacio donde se ubica un gran muro verde y una singular escalera que relaciona los dos niveles.

El muro cortina de la hoja interior de la envolvente que forma la fachada, es del sistema CW50 de Reynaers. Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

T.: Y ya, centrando la atención en la envolvente, ¿cómo planteáis la fachada?

BIR, C. T.: La fachada, desde las primeras imágenes del concurso, se planteaba como una doble piel. Es decir, tenemos un cerramiento primario con los pilares y los cantos de losa, con recubrimiento cerámico, que era un material que nos ligaba con el pasado del barrio porque la mayor parte de las antiguas naves industriales estaban hechas de maó, de ladrillo. Y después había una pasarela de mantenimiento para así evitar góndolas y poder liberar la cubierta de cara a eventos y placas solares. Por delante de esta fachada se colocaba la protección exterior, una segunda piel de lamas. En Barcelona, dada la luz que recibe, la mejor orientación para las oficinas casi es norte, y con una protección pasiva en las otras orientaciones se puede disminuir de forma notable el uso de aire acondicionado. 

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Un interior neutro y tranquilo

El interior de las oficinas se concibe como un ámbito tranquilo y ordenado, con un nuevo concepto de techo mixto donde las instalaciones productoras de ruidos se albergan en franjas laterales cerradas y registrables y los elementos terminales, conductos e iluminación se dejan vistos en el centro, consiguiendo una imagen atractiva a la vez que posibilita una gran flexibilidad en la futura implantación de los espacios de trabajo gracias a la modularidad de la propuesta.

La geometría de la planta requiere de la necesidad de ubicar dos escaleras de emergencia: una escalera con ventilación natural ubicada en el interior del núcleo central y una segunda escalera exterior ubicada en el atrio que conecta las plantas de forma saludable.

La gama cromática interior de las zonas comunes se concibe como una continuación de la fachada, utilizando tonos tierra o cerámicos que combinan muy bien con las lamas exteriores. Estos acabados son siempre materiales nobles y agradables al tacto y a la vista, madera de roble natural, fieltro, gres y microcemento, todos ellos con matices marrones a juego con el resto de los elementos.

El acabado de los interiores de las oficinas se propone en tonos blancos, tanto revestimientos como conductos de climatización y luminarias colgadas, en contraste con los forjados de hormigón visto grisáceo, permitiendo así, obtener espacios que captan la luz natural tamizada gracias a la doble piel de fachada.

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

BIR, C.T.: La piel exterior también se planteó cerámica, pero vimos que era muy complicado porque son baguettes de 3,70 metros y no hay hornos que puedan hacer una pieza cerámica tipo baguette de esas dimensiones. Había que trocearla y añadir un perfil metálico que una las piezas y por seguridad en caso de ruptura. Con ello, la cerámica, que es un material óptimo a nivel de certificaciones o de consumo de recursos, se transformaba por ese extra de refuerzo en un recurso más pesado que nos obligaba a sobredimensionar la estructura de la doble piel. Al final decidimos hacer estas baguettes directamente metálicas, de aluminio.

La pintura en polvo con la que se ha conseguido una tonalidad cerámica para las lamas metálicas es de ADAPTA. Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

BIR, C.T.: En todo este proceso lo que sí queríamos era mantener la imagen. La cerámica no es un material perfecto que cuando sale del horno mantiene un tono 100% homogéneo en todas las piezas y esta variación tonal quisimos trasladarla a las lamas metálicas. Hicimos muchas pruebas y finalmente las lamas se cubrieron con una base de pintura al polvo en tres tonos de gris y una capa final en marrón con la que se logra la variación tonal. Es un color hecho especialmente para nosotros. La pintura marrón no era opaca 100% y, según la base, cogía diferentes tonos y, además, el mismo proceso del lacado, que se aplicaba con pistola, no era homogéneo. Y, por último, la pintura en polvo ofrecía una textura rugosa que acercaba el efecto a la del lama de cerámica original.

Una envolvente identitaria

Exteriormente, el edificio cuenta con una fachada de tonos cerámicos que responde al pasado industrial del Poble Nou, y se compone de una doble piel con un cierre exterior de baguettes verticales y una piel interior formada por un aplacado cerámico en las zonas ciegas (forjados y pilares) y grandes aperturas vidriadas en el resto de los espacios, incorporando terrazas ajardinadas en los testeros.

La piel exterior dota al edificio de una imagen continua y homogénea integrada dentro de su entorno industrial, a la vez que permite reducir la demanda energética de climatización del edificio.

La doble piel incorpora una pasarela metálica interior que permite la limpieza y mantenimiento sin necesidad de góndolas u otros sistemas colgados.

Para la construcción de la fachada se han utilizados sistemas industrializados. En la fachada interior se ha optado por muro cortina y paneles en los cantos de forjado que integran el aislamiento y el acabado en un mismo elemento.

En la fachada exterior se ha optado por módulos prefabricados de baguettes romboidales, de aproximadamente 70×50 mm y 3,70 m de altura, con un acabado lacado bicapa con un aspecto similar al de la cerámica, en diferentes tonalidades marrones, que se consigue mediante una base de diferentes intensidades de gris y un acabado de color marrón igual para todas las lamas.

Las plantas de oficinas son todas ellas diáfanas gracias a que la estructura portante se sitúa en las fachadas. Se generan pórticos de 14 metros de luz, mediante losas postesadas, que dan lugar a amplios espacios de más de 1.000 m² libres de pilares.

Otra de las innovaciones del proyecto es el sistema de instalaciones y techos. Se ha apostado por dejar las instalaciones vistas obteniendo así alturas libres de 3,15 m, que aportan mayor calidad del aire, mejor calidad espacial y mejor iluminación natural, generando así, zonas de trabajo que maximizan la productividad, eficiencia y el confort de las personas.

Se han colocado distintos tipos de vidrios de Tvitec en función de la orientación de la fachada o el grado de exposición de los mismos. Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

T.: ¿Y qué tipos de vidrio habéis utilizado? Porque la protección de las lamas tal vez habéis podido ir a un vidrio menos exigente que en otros proyectos en los que el vidrio está expuesto.

BIR, C. T.: Evidentemente se hizo un estudio energético y los vidrios tienen capas diferentes según la orientación. Se intentó igualar los colores interiores pero cada vidrio tiene su tratamiento. Porque hay vidrios protegidos, pero después hay un testero a oeste que no tiene lamas y lleva una capa mucho más exigente de protección solar, que es completamente diferente a la composición del vidrio del testero del acceso, que es a norte, y no necesita protección.

T.: ¿Y por lo general, el vidrio exterior es templado y el interior laminar?

BIR, C. T.: Laminado cuando pueden recibir impactos y cada uno tiene su capa y su especificación. 

Se ha cuidado mucho la iluminación, tanto en el exterior como en el interior, con la incorporación de luminarias específicas para cada espacio de qbo iluminación . Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

Eficiencia energética

El edificio dispone de la máxima calificación energética gracias, al sistema de producción centralizada de calor y frio del 22@ (District Heating) y a los sistemas pasivos de protección y eficiencia del sistema envolvente.

Además, recibe la calificación de edificios sostenibles LEED Gold V4 Core & Shell, que indica que el edificio ha sido diseñado bajo criterios medioambientales de reducción de consumos de agua y demanda energética y construido con materiales locales fabricados con criterios de sostenibilidad, obteniendo así, unos espacios que aseguran la calidad del aire interior de las oficinas con diseño innovador adaptado a las características del lugar.

Debido a la apuesta por la innovación del proyecto, el edificio de oficinas de la calle Tánger 36, se convierte en una nueva referencia en las oficinas ubicadas en el 22@. Un edificio diseñado para captar y retener el talento, tal y como solicitan las empresas tecnológicas que se establecen en la zona.

Tánger 36 incorpora la innovación, la sostenibilidad y la máxima integración en su contexto urbano como pilares de diseño, valores que promovemos desde Batlleiroig y que contribuyen a generar los mejores espacios de trabajo.

De la memoria del proyecto

Muro cortina de doble hoja: Interior, de sistema de montante y travesaño y exterior, de bastidores suspendidos de ménsulas. Puesta en obra y detalles constructivos.

Sistema de climatización y distribución flexible de oficinas: Planteamiento y solución constructiva

Ficha técnica

Autoría: Batlleiroig Arquitectura / Enric Batlle / Joan Roig y Albert Gil

Localización: Poblenou, Barcelona

Año: 2022

Colaboradores: Meritxell Moyà, Cristòfol Tauler, Manel Ventura – Arquitectos / Diana Calicó, David Sobrino – Arquitectos técnicos. Consultorías: ENAR Envolventes Arquitectónicas (fachada), STATIC Ingeniería (estructura), PGI Engineering (instalaciones).

Fotografías: Antonio Navarro Wijkmark

Empresa constructora: OHL (Obrascón - Huarte - Lain). Promotor: FUM Group

Empresas destacadas:


Editado por:

Nuria Prieto Tectónica

Publicado: Nov 21, 2022

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