Restaurante Moullé. Rocamora

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Cuando comenzamos con el proyecto, con la recuperación para el nuevo restaurante Moullé, se desconocía el origen y la importancia del lugar. Un incendio había devastado el anterior negocio, y de forma milagrosa se había salvado unos pilares de madera, de gran porte, de 4 metros en el porche de acceso, y de 10 metros en la zona de nave interior. Unos pilares de sección 30x30 cm, de roble macizo, que mas tarde sabríamos que eran originarios de Francia.

La investigación histórica, nuestras pesquisas, nos llevo a descubrir que aquellos pilares de madera de roble, y la construcción en general, sirvieron originariamente como bodega en el siglo XIX, promovida por el empresario francés Cazimir Moullé, que vino a Alicante, durante la crisis europea de la filoxera por uva cultivada en la provincia de Alicante, de Villena.

Esos pilares originales de roble francés, que lograron salvarse del incendio, y sobre todo los del porche de acceso, decidimos que fueran el módulo y medida, el leitmotiv del proyecto, como respecto, como identidad arquitectónica del nuevo proyecto.

La madera, la nueva madera en el siglo XXI, desarrollándose desde el exterior, y con la altura, el módulo del pilar original, se entrelazaría, desde fuera, desde la recepción del visitante, desde el jardín, accedería al interior, modularía techos, paredes, con una continuidad formal, pero siempre dejando claro, con gestos formales, su no funcionalidad estructural, si no simbólica, psicológica. Ahora la madera, la preexistente y la nueva, cohabitaban y arraigaban el nuevo proyecto, ofreciendo al visitante una imagen técnica, integradora de las preexistencias y de lo nuevo, con respeto y armonía.

La madera natural, junto con el pavimento, los dos, materiales contemporáneas, tecnológicamente desarrollados, con procesos económicamente controlados, respetuosos con el medio ambiente, se adecuan a la rehabilitación de este espacio de origen industrial para imprimir un carácter natural, de sinceridad constructiva, desvestidos, ofreciéndose al tacto, incluso al olfato, del visitante.