Con este proyecto, recupera su uso original, un edificio abandonado entre medianeras en el casco histórico de Pamplona. Se trata de un proceso que ha querido conciliar las difíciles condiciones geométricas de una trama
urbana medieval muy compacta, con las más elementales condiciones de habitabilidad, hoy exigibles, sin alterar las características esenciales que definen el tejido urbano.
La intervención planteada quiere poner en valor, y en definitiva basar su imagen, en los elementos constructivos más característicos que definían el edificio: los medianiles de ladrillo, que ocultos tras gruesas capas de yeso, fueron recuperados, limpios y rejuntados con mortero de cal, en aquellos lienzos que
presentaban buen estado de conservación.
El proyecto buscó que la potencia expresiva de este material rugoso y desigual, se pusiera de manifiesto frente a la ligereza y tersura de las nuevas aportaciones materiales, en su mayoría superficies lisas pintadas en blanco y piezas metálicas igualmente pintadas y alguna superficie de vidrio. Igualmente, la iluminación
busca apoyar estos efectos: así, la luz rasante acentúa la expresividad del ladrillo existente mientras los puntos de luz, siempre ocultos entre la nueva estructura de madera, arrojan luz sobre las superficies blancas cuidando que ninguna luminaria cuelgue por debajo de la estructura.
Construimos una fachada nueva que es el reflejo de la sección longitudinal: una acusada hendidura accesible desde el interior y protegida por una defensa metálica que dibuja una leve sinusoide ascendente pretendiendo
acentuar la proporción del hueco. La fachada opuesta se conserva por estar catalogada en la normativa municipal.
Autoría: Alfonso Alzugaray / Carlos Urzainqui
Localización: Pamplona, España
Año: 2007-2012
Fotografías: Luis Prieto
Editado por:
Publicado: Jun 28, 2013