El estudio de arquitectura EME157 afronta con éxito la transformación total de una vivienda de geometría y apariencia muy de los noventa. El espacio interior se ordena y jerarquiza y, la nueva envolvente - de SATE de corcho –además de mejorar el aislamiento, define con carácter la imagen de la casa. Una arquitectura serena, que toma de Palladio y del Modulor de Le Corbusier, las referencias y herramientas necesarias para conseguir este sugerente resultado.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Tectónica: En primer lugar, nos gustaría que nos contaseis la historia de este encargo, porque no es habitual la transformación total de una vivienda tan reciente.
EME157, Gerardo Macarrón: Los clientes son conocidas nuestros, de nuestra generación. Habían comprado la casa, con una estética de los noventa muy marcada, de color salmón, y vinieron un poco a ver qué se podía hacer.
T.: ¿Sabéis quién era el autor?
EME157, Silvia Méndez-Vigo: Sí, Ignacio Ruiz-Rivas. Es autor de muchas casas en la zona de Valdemarín y nosotros defendíamos que la casa tenía muchos valores, aunque es verdad que tenía una estética muy de la época, como el muro en diagonal y un gran porche a doble altura
Estado original. fachada sur y planta baja. Ver PDF
G. M.: El gran reto era cómo quitarle ese carácter noventero. Cómo camuflar esa estética, porque además el cliente es exquisito y su hermano y hermana se habían hecho casas muy especiales, una de piedra y otra de madera, de ahí viene el nombre de la casa, The three Little pigs, Y buscamos un material innovador, aunque al principio no creíamos que fueran a aceptar el corcho.
T.: ¿Les enseñasteis ejemplos?
S. M-V.: Sí. Habíamos visto las casas de corcho de Emiliano López y Mónica Ribera, que también tenían el tejado inclinado, aunque en un principio pensamos que con la cubierta a dos aguas podía tener una estética chinesca que no nos encajaba.
G. M.: En la primera presentación que les hicimos, el tejado lo eliminábamos y lo dejábamos en cubierta plana. Pero ya cuando les presentamos el primer presupuesto, se vino abajo la cubierta plana, que luego ya construida encaja muy bien y es un gran invento el alero de 1 metro de ancho.
T.: La casa tiene ahora algo de villa, de palazzo italiano. En planta, en composición, en imagen…
Planta baja. Ver PDF
G. M.: Y parte de ese mérito es de Ruiz-Rivas, porque la planta es muy palladiana. Una vez que quitamos todos los tabiques que había, tenía una estructura palladiana, y también de Le Corbusier cuando es más ortodoxo. Todo muy modulado, muy recto. Nos costó más la escala, porque no hacemos casas tan grandes.
S. M-V.: Cuando vimos la planta, lo vimos todo clarísimo y fueron saliendo esos cuadrados que la ordenan, así como el volumen cúbico.
Planta alta. Ver PDF
T.: Y se aprecia la relación de planta y fachada. En vuestra propuesta la escala se traslada a la fachada. El porche sobredimensionado ha dado paso a una composición más serena, tranquila, estabilizada por esos grandes huecos cuadrados.
G. M.: No recuerdo por qué nos dio por la obsesión de las ventanas cuadradas, porque, además, la ventana sur nos costó bastante. Jesús Bermejo, que fue profesor mío, director de Proyectos de la Escuela de Madrid, siempre decía que en todo proyecto tiene que haber un elemento grande, que lo sobrepase. Y en esta vivienda, ese elemento es la ventana sur que unifica todo el salón. Un elemento que también tenía una importancia en el funcionamiento bioclimático de la casa.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Estado original. fachada este y planta alta. Ver PDF
T.: En la composición de la planta le da mucha fuerza esa especie de paso o galería que hay paralelo al muro sur. Comunicáis una fachada con otra a través de un gran paso.
S. M-V.: Que no tiene programa. Hemos organizado todo el espacio con esos seis cuadrados que surgen entre los que quedaba esa franja sin programa, que a los clientes les costó entender por ser un espacio sin uso.
G. M.: Que nosotros entendemos como el paradigma del lujo.
Esquemas de organización espacial. Ver PDF
Fotografía: Luis Díaz Díaz
T.: De nuevo es esa escala de palazzo. Es un paseo por dentro de la casa, que deja ver el jardín de la fachada opuesta desde la entrada, y va paralelo a la gran corredera interior, que es más un muro móvil por su dimensión, forrado en corcho como el cerramiento exterior ¿Cómo funciona este elemento que tiene tanta presencia?
.G. M.: Está formado por tres piezas y en total son 5,90 m, y con ellas o bien puedes cerrar totalmente la cocina con un panel que tiene una ventana y queda una pequeña puerta corredera; o bien se desplaza por completo hacia la escalera.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz . Sistema de paneles correderos de KLEIN.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
S. M-V.: Solapándose con el muro. Hay una posición en la que la corredera no tapa nada, otra en la que se tapa el hall con acceso al cuarto de servicio y otra que la cocina queda cerrada, con situaciones intermedias como que se cierra la cocina y se incorpora la entrada, cerrar un pasillito que hay al final para ir al baño y a un garaje… Hay muchas variantes y las usan mucho.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
T.: Y otra pieza importante y que caracteriza la casa es el banco de piedra situado en el perímetro y que tiene como contrapunto también ese banco interior ¿cuál era la intención?
G. M.: No nos gustaba la salida directa a la pradera. Quisimos poner un límite, mantener la distancia.
T.: Y, de nuevo, reafirma una composición clásica porque forma un basamento, que encaja bien con el despiece del corcho a modo de sillares ¿ese despiece está muy meditado?
G. M.: Lo trabajamos mucho hasta que decidíamos el despiece que quedaba bien.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
S. M-V.: Todavía no hemos hablado de la obsesión de Gerardo por el Modulor, la proporción áurea, aquí en el estudio nadie puede usar una medida que no sea del Modulor.
T.: La verdad es que cuando ves los alzados, sobre todo la fachada, notas que hay algo detrás que lo ordena.
G. M.: Siempre usamos el Modulor, y no sé por qué no lo utiliza todo el mundo. Es básico, es una forma de discriminar, te permite comparar. Da la pauta y luego es probar y desechar.
Esquemas con las distintas series de medidas referenciadas al Modulor. Ver PDF
T.:¿Y la empresa del corcho tenía las dimensiones que necesitabais?
G. M.: Las piezas de corcho eran de 1 m x 50 cm, no cambiamos nada, realmente el Modulor es 53 x 1,10… está ahí…
S. M-V.: Es flexible, el banco que hay dentro al final lo bajamos a 43 cm.
G. M.: Pero todo sigue esa lógica, las ventanas, son 2,96 x 2,96, y las de arriba 2,26 x 2,26. Es una obsesión, pero nos adaptamos cuando es necesario, como el forjado que era de 2,60 y determinaba todas las medidas.
S. M-V.: En el estudio tenemos un esquema de todas las medidas para que a nadie se le olvide.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
T.: Está muy bien entender que el Modulor no es una cuestión teórica, una abstracción de Le Corbusier, sino que es una herramienta de control del proyecto. Es muy valioso.
Y otro de los cambios más radicales es el del tono de la casa, de ser una casa en tono salmón y con ladrillo rojo, pasa a estar dominada por el color del corcho, que además es un corcho muy bonito, más natural, no es el corcho negro que se utiliza para SATE, y por el color gris en las carpinterías, en el hormigón y en el ladrillo. Es una imagen sobria y homogénea ¿os llevó mucho tiempo llegar a esta decisión?
G. M.: La verdad es que no. Le teníamos muchas ganas a ese tono negro-gris desde hacía tiempo. Creemos que funciona bien sobre el verde del césped, los pinos, los árboles. Quisimos pintar el ladrillo original desde el primer momento. Era un ladrillo rojo, bonito, como el del del edificio de IBM, el de Foster Wheeler de Las Rozas, pero pesaba mucho.
S. M-V.: Y tampoco queríamos revestir todo con corcho, porque quedaba muy bien la caja en corcho, pero si se usaba el corcho en todas las piezas que salían por los lados, se perdía la pureza de la caja. Era una forma de limpiar el volumen y no pudimos verlo hasta el final que es cuando se pintó el último murito rojo.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Alzado norte con el acceso principal de la vivienda. Ver PDF
T.: Y contadnos por qué la elección del corcho.
G. M.: Pues fue bastante inconsciente. Nosotros viajamos mucho a Portugal y nos gusta mucho la arquitectura portuguesa, tanto la popular como la contemporánea. Nos impresiona el respeto que tienen por conservar su patrimonio, el natural y el arquitectónico en todo el país. Lo bien que mezclan los materiales autóctonos, azulejos, adoquines, piedras, corcho, siempre sobre una base blanca, y en unos de estos viajes, en 2014, visitamos la bodega Casa das Pipas de Quinta do Portal en Celeiros de Álvaro Siza, y nos impactó la fachada de corcho y lo bien que se mantenía.
Y ahora, ya trabajando con el material, nos ha sorprendido cómo cambia de color. Cuando llega la muestra es muy oscura, casi negra, y según le va dando el sol se aclara mucho y de manera muy rápida.
G. M.: Hay una anécdota y es que dejamos como veinte días el andamio en la fachada sur, y los agujeritos de las chapas del andamio se han quedado grabados en la superficie. Suponemos que con el tiempo desaparecerá esa sombra.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
T.: ¿Se nota mucho la diferencia de color en las fachadas?
S. M-V.: De fachada a fachada es bastante gradual. No es algo que llame la atención.
G. M.: Y luego, en invierno, con la humedad, oscurece. No llega a condensar ni empapar porque ya han pasado dos inviernos y no se ha filtrado nada. Pero es un material vivo, que igual que con la madera, también pasan cosas.
Fotografía: Luis Díaz Díaz
T.: Y aunque ya habéis dado muchas pistas sobre cómo trabajáis, ¿Cómo planteasteis el interior?
G. M.: Fue un poco lo que decía Silvia de los cuadrados. Nos salían tres cuadrados a sur, que son los del banco, y otros tres cuadrados a norte, que es cocina, hall y zona de servicio con el pasillo central vertebrándolo todo. Es una casa muy romana.
S. M-V.: Los dueños al principio querían uno de esos cuadrados como porche, igual que estaba antes en el triángulo exterior, pero pudimos convencerles de nuestra propuesta y proponer el porche en un lateral, que se ha hecho ahora, en la fachada este, fragmentado en cuatro cuadrantes.
Axonometría seccionada. Planta baja. Ver PDF
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
G. M.: Y arriba se repite un poco la misma estructura: los cuatro cuadrantes que se forman con el cuarto de una niña, el cuarto de la otra niña y el dormitorio de ellos más el vestidor, y el pasillo amplio volcado a la doble altura, que es, de nuevo un espacio sin uso específico.
T.: ¿Qué superficie tiene la casa?
S. M-V.: Algo más de 530 m2.
G. M.: Y estamos muy contentos porque no parece inmensa. Las habitaciones son domésticas, cada espacio es doméstico.
Axonometría seccionada. Planta alta. Ver PDF
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Fotografía: Luis Díaz Díaz
Autoría: Silvia Méndez-Vigo + Gerardo Macarrón / EME157
Localización: Madrid
Colaboradores: María López González + Elena María Sáenz Pérez
Fotografías: Luis Díaz Díaz
Empresa constructora: Edificación Arquimac
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Publicado: Aug 18, 2023