Peluquería y centro de estética ‘Carácter’de Serrano + Baquero

Reforma de local para peluquería con especial atención a los materiales en su esencia material.

Fotografía: Fernando Alda

En el reino de los espejos curvados1 la industria principal es la producción de espejos con diversas curvaturas. El único espejo con superficie plana que refleja una imagen verdadera de la realidad es propiedad exclusiva del rey, de modo que los habitantes menos agraciados parecen hermosos, y los hermosos feos, los jóvenes parecen viejos y viceversa, los hambrientos y demacrados parecen brillantes y bien nutridos.   

Maqueta de Serrano+Baquero

En el invierno de 2015 recibimos el encargo de la reforma de un local para adaptarlo a un nuevo uso como centro de estética. Nuestra intención fue la de concebir un lugar que, cumpliendo las funciones requeridas por el cliente, supusiera una experiencia para el usuario distinta a la comúnmente asociada a estos negocios. A través del recorrido dentro del espacio de la peluquería y gracias a una superficie espejada continua, con zonas convexas, cóncavas y planas, el proyecto pretende generar en el visitante diferentes sensaciones dependiendo de su posición y la imagen reflejada que obtiene en cada momento de sí mismo y su entorno.  

Fotografía: Fernando Alda

El usuario verá una realidad distorsionada y ampliada durante su recorrido desde la entrada, atravesará el espejo llegando al otro lado, donde se realiza el lavado del cabello, y en la zona de trabajo donde el espejo se mantiene plano podrá, de reojo, observar diferentes distorsiones de lo que ocurre a su alrededor. 

Génesis y estructura de proyecto. Ver JPG

Planta. Ver PDF

Durante los meses de enero y marzo de 2016 se materializó el proyecto, respondiendo a la escasez de medios con una arquitectura que trata el local existente respetando todos los tabiques, paramentos e instalaciones previas, sencillamente acondicionándolo con pintura blanca y disponiendo un suelo, alfombrado en parte, a modo de pasarela que acota la ‘zona de espera y comentarios’, el lugar de juego de niños y el espacio reservado para el trabajo. El esfuerzo principal se centra en la construcción de la pieza introducida en el local, que se realiza mediante espejo en el exterior y terciopelo negro en el interior. ¡Ningún material más idóneo para una peluquería que el terciopelo! Este elemento, ajeno a la geometría del local, contiene los aseos, almacenes y recepción, así como la iluminación, delimitando el espacio y a su vez ampliando la percepción que del mismo obtenemos.  

Fotografía: Fernando Alda

En el reino de los espejos curvados solamente el rey tenía acceso a las múltiples interpretaciones de una misma realidad, a través del espejo plano y de los espejos curvos. En este proyecto las paredes hablan por sí solas, todas las visiones de lo que acontece en el espacio se muestran al visitante, y está en su mano decidir con qué versión de sí mismo prefiere quedarse.   

Detalle de la solución constructiva. Ver PDF

Fotografía: Fernando Alda

Se combinan dos tipos de pavimento, por una parte se aplica un acabado de hormigón fratasado reforzado con fibra de vidrio en zonas de uso más resiliente, y por otra un pavimento vinílico negro de 3mm, en zonas de paso o transición.

Fotografía: Fernando Alda

Las instalaciones existentes en el proyecto se dejan vistas. Para evitar la distorsión visual de las mismas se las trata de forma homogénea utilizando un spray efecto cromo para tunning

Fotografía: Fernando Alda

Detalle de los espejos curvos y su uso como revestimiento de la caja. Los pliegues se resuelven precisamente mediante el uso de la curvatura, desplazando la junta de la arista hacia el interior del plano.

Fotografía: Fernando Alda

Fotografía: Fernando Alda

Fotografía: Fernando Alda

Fotografía: Fernando Alda

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1 Korolevstvo krivykh zerkal (Kingdom of Crooked Mirrors). Película de corte comunista que recuerda en cierto modo a las adaptaciones llevadas al cine de cuentos como ‘Alicia en el País de las Maravillas’, ‘A través del espejo’ y ‘El Mago de Oz’, realizada en la Unión Soviética en el año 1963 por el director Aleksandr Rou.