Pannecau. Concheiro de Montard

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Un ecuador. Doble crujía, tres jácenas entre medianeras. Dos habitaciones al sur, hacia la calle. Dos pares de ventanas dobles, grafismo de estrías bajo las ventanas. Un suelo oscuro, tablas anchas entre rastreles enrasados. En el salón, traza de un tabique, alcoba de otra época. Boiseries interrumpidas por el marco de una puerta, hacia la habitación, manilla de vidrio, moda desaparecida, abriendo hacia la chimenea y su trumeau, escena galante y espejo dominando un entablamento sobre dos columnas lisas color miel. Una puerta oculta recortando la boiserie, un distribuidor. Cerámica 10 x 10 a tresbolillo, color verde arcilla en suelo, blanco en paredes, pintura lisa, gresite blanco, tres texturas. Vuelta al salón por otra puerta escondida: boiserie de panel estriado verticalmente, pliegue en ángulo, apoyándose en la boiserie. Recorte del tabique, punto de fuga hacia ventana a norte, superficie luminosa, repetición de las estrías. Muro medianero y boiserie fugando, desde salón hacia entrada, paso del ecuador hacia el norte, profundidad del apartamento 10,10 metros, perceptibles desde la puerta entrada. Umbral de bienvenida. Segunda línea de fuga, ancho del apartamento 7,07 metros. Entablado de pino sobre suelo existente.  Seis tablas extendidas entre las medianeras. Un mueble lineal densifica el límite hacia patio, entrada, almacenamiento, y fuente de luz. Dos espacios vinculados y una gran ventana. Mirada diagonal, abocinamiento. Paneles lisos de contraventanas cerradas, continuidad del plano plegado, grafismo de estrías bajo las ventanas. Una puerta corredera como eje de simetría. División ocasionalmente restablecida. Puerta al extremo del mueble abriendo sobre suelo azul, cerámica 10 x 10 a tresbolillo, juego cotidiano del doble fondo, blanco en paredes, pintura lisa, gresite blanco, tres texturas. Vuelta a la entrada. Una alfombra de motivos rojos y negros, colores del vieux Bayonne, cerámica 20 x 20, ámbito de preparaciones culinarias. Un mueble que se posa, un poco más alto que la vista, soporte de luz indirecta. Nicho de abedul insertado en blanco, un plano horizontal, mesa bañada por la luz. Dos puntos de fuga hacia el salón: hueco enmarcado bajo la viga, mirada al sur;  dibujo de la boiserie en el plano de fondo, continuidad entre los dos lados del ecuador.