Oficinas de Arquia Bank en Madrid por Tuñon y Albornoz arquitectos

Emilio Tuñon y Carlos Martínez Albornoz, Tuñon y Albornoz arquitectos

Para las oficinas de nueva sede corporativa de Arquia en Madrid, el estudio Tuñon Albornoz arquitectos, hace una propuesta brillante y sugerente, a partir de la intervención en un edificio industrial de fábrica de ladrillo del XIX y referencias a arquitecturas contemporáneas 

Fotografía: Luis Asín

El texto que a continuación aparece en azul procede de una conversación en torno al proyecto, entre Emilio Tuñon, de Tuñon y Albornoz arquitectos, y Sancho Páramo, de SPC arquitectura técnica, con Berta Blasco y JM. Marzo de Tectónica.

Tectónica: Si os parece, empezamos por cómo es el encargo, cómo es el edificio original, y cómo se plantea el proyecto. La verdad es que cuando ves el edificio, te surge la imagen de Bankinter de Moneo1, por ese telón inicial del edificio original del que continúan los volúmenes escalonados, y también por el uso del ladrillo prensado y los huecos profundos. No sabemos si ha sido intencionado o es una respuesta dada en un contexto similar. 

Plano de situación y emplazamiento

Fotografía: Luis Asín

Tuñón Arquitectos, Emilio Tuñón: No, yo creo que se da una situación que tiene ciertos puntos de contacto, entre ellos que ambos están en Madrid. Arquia Bank trasladó en un momento dado su sede de Barcelona a Madrid y necesitaba contar con un edificio para la sede social, porque en Madrid sólo tenía dos oficinas, una en la calle Barquillo y otra en Presidente Carmona. Tiene su lógica porque los consejeros son arquitectos de toda España y por la centralidad es más sencillo reunirlos en Madrid, aunque los servicios generales se mantienen en Barcelona.

La operación inmobiliaria es, por lo tanto, bastante simbólica. Es un edificio que lo que iba a alojar era el Consejo, Dirección y luego la Fundación. Y este es el proyecto que nos encargan.

El edificio, que era en origen una antigua imprenta, estuvo ocupado por Afinsa Fórum Filatélico, hasta que quebró (2006). Pasó muchos años abandonado y cuando lo compra Arquia estaba destrozado.

Originariamente era una pequeña nave industrial para una imprenta. Es interesante, porque en esta zona de Moncloa lo que se produjo a principios del siglo XX fue la convivencia de buenas viviendas y ciertas industrias no contaminantes de pequeña escala, fuera ya del centro histórico, en un ensanche tangencial. 

Axonometría

La imprenta estaba hecha toda de ladrillo prensado de Madrid, de color muy rojo, que alternaba con otro amarillo, con junta de 2 o 3 mm, y que tenía un pequeño patio en el centro, pero que se desmonta en la reforma de Fórum Filatélico. Nosotros dudamos si recuperar la tipología existente en el edificio histórico, pero Arquia necesitaba un gran salón de actos y eso no era compatible.

Urbanísticamente, tenía una edificabilidad ligada a los m² del edificio de Afinsa, que eran 1.700 m2  –no es un edificio muy grande–, y un parking subterráneo, con un ascensor.

Conseguimos, a través del Ayuntamiento, convencerles de que, dado que iba a ser una fundación se podía prescindir del aparcamiento. Y una vez que nos eximieron del aparcamiento, lo que hicimos, que yo creo que es la jugada más importante, fue esponjar esos 1700 m²: no podemos construir más, porque a pesar de que los edificios de al lado sí tienen más altura, éste, por su singularidad de ser una industria en un barrio residencial y ser una construcción en ladrillo tradicional con una fachada neomudéjar, está protegido, y lo que hacemos es esponjarlo, es decir, hacer un salón de actos que tiene una altura de planta y media, una planta de dirección que tiene una altura también de planta y media, y luego dos plantas que se van retranqueando y una tercera, que es la sala de máquinas; se le da una calidad a los espacios bastante interesante, sobre todo a la planta noble de la sala de conferencias y exposiciones, pero también a la planta de dirección. 

Fotografía: Luis Asín

Sección longitudinal por vestíbulo. Ver PDF

Lo que también se decide es, al esponjar, en vez de crecer enrasado con la fachada, haciendo un realce del edificio, como ese es el único punto de la calle Tutor en el que hay entrada del sol, de oeste y de sur, hacer este set back retrasando el edificio según va creciendo, tratando de meter la luz y la ventilación al edificio. Es una calle estrecha, con aceras estrechas y nos parecía que esa luz que iba a entrar ahí iba a mejorar muchísimo la condición ambiental.

Y también nos permitía hacer un pequeño juego, y es que desde la calle prácticamente no se ven nada más que el edificio existente. Y se produce ese efecto sorpresa de percibir un edificio contenido, muy pequeñito, que al entrar tiene una mayor dimensión, porque va subiendo hacia arriba y se va yendo hacia atrás, pero esa apreciación no se tiene desde la calle.

El ladrillo que se utiliza es el ladrillo que había en el edificio, con la misma junta, que era de 2 o 3 mm, y no es el de Bankinter, que está hecho con un ladrillo, prensado también, de la misma casa, pero más rojo que el que hemos usado nosotros y sin junta. Nosotros lo utilizamos con la junta, que es como realmente se utilizaba en Madrid, que permitía que las dos cazoletas de ladrillo prensado trabajaran mejor, y se utiliza el aparejo a tizón, que es el aparejo madrileño para este tipo de edificios. 

Fotografía: Luis Asín

Por lo tanto, al final puede que tenga una cierta vinculación formal con Bankinter, pero el proceso es diferente. El proceso es el de la conservación de la fachada de la antigua imprenta; utilizar un set back para tratar de limpiar esa zona de la calle, ventilar e iluminar, dándole una mayor calidad ambiental a su entrada; utilizar el ladrillo de la misma manera que se utilizaba en los edificios madrileños de principios del siglo XX, y, sobre todo, dar este efecto sorpresa en un edificio de pequeña escala.

Fotografía: Luis Asín

Planta baja. Ver PDF

Fotografía: Luis Asín

Alzado interior. Ver PDF

En el estudio nos gusta trabajar con la profundidad del hueco, con la sombra, que produce cierto misterio y puede hacer referencia a arquitecturas de hace siglos, pero, sobre todo, permite que la fachada funcione termodinámicamente muy bien (los huecos de arriba tienen como 80 cm, y el de abajo, el del salón de actos, tiene 1 m). Y es cierto que esa profundidad de los huecos en la parte posterior, cuando lo hemos visto construido, sí nos hemos dado cuenta de que tenía como un sello un poco de Bankinter, que se produce también por una cosa curiosa, y es que tiene un paño muy grande arriba, sin ventanas, porque es la sala de máquinas, y eso hace que haya un silencio en la parte alta, y, como la planta de abajo es la más alta, los huecos son pequeños y también se produce un segundo silencio. Esos dos silencios, el ladrillo, la profundidad y el tamaño de los huecos, acaba teniendo unas ciertas membranzas del edificio de Bankinter, cuando, en realidad, nunca estuvo pensado como una referencia, aunque, evidentemente, es un edificio que nos gusta.

Se ve que situaciones similares acaban produciendo resultados que tienen que ver. Y uno no es ajeno a lo que tiene grabado en la cabeza, como son las piezas de Madrid que más le interesan.

Fotografía: Luis Asín

T.: Y a nivel constructivo, detrás de esa apariencia clásica, tranquila, hay una gran complejidad estructural porque se retranquea la fachada, pero no hay pilares en medio.

Tuñón Arquitectos. Sancho Páramo Cerqueira: Sí, el retranqueo va generándose a través de unas vigas Vierendeel que se apoyan en las medianeras. Las dos medianeras son unos muros de hormigón o pilares de hormigón que van recibiendo el peso de estas vigas retranqueadas, que realmente se modulan con los huecos de fachada; la viga sólo trabaja con pilares verticales de acero, no trabaja con diagonales.

Fotografía: Luis Asín

Fotografía: Sancho Páramo Detalle ménsulas o consolas de apoyo fábrica ladrillo. Leviat Halfen

Sección longitudinal por salón de actos. Ver PDF

T.: Y ¿Cómo se resuelve la fachada trasera?

S. P. C.: Aunque no hay retranqueo, el esquema es igual: muros de hormigón y pilares metálicos, y la fachada pasante de ladrillo, que es de 1/2 pie a tizón, y va atado con llaves de arriostramiento antivuelco; sobre cada hueco se colocan unas ménsulas de apoyo inoxidable, y ahí vamos dejando unas esperas en los muros de hormigón o unos canales, unas guías. Es un sistema bastante tecnificado y muy fiable de Halfen. 

E.T.: Y lleva el aislamiento y una pequeña cámara de 2 o 3 cm, porque sanea muy bien y evita condensaciones. 

S. P. C.: Pero voy a empezar la descripción del trabajo que hemos hecho por abajo, que es interesante el proceso: tuvimos que micropilotar para no cargar sobre las medianeras, porque en los edificios colindantes había de todo, uno quedaba el nivel por encima, otro tenía tres plantas más de sótano, y se utilizó la solera del sótano como base para el micropilotado.

E. T.: Las medianeras fue un caso aparte. Teníamos una medianera del XIX, principios del XX con pilares de madera y entramado de madera, que trabajó fenomenal, y una de mediados del siglo XX que, paradójicamente, era un desastre y tuvimos que rehacer completamente. Se fue saneando punto por punto para luego hacer los pilares.

El edificio tenía una planta y media de sótano porque la intervención de Afinsa hizo una cosa muy rara, que era ponerle medias plantas. Nosotros quisimos mantener esa estructura, pero con medias plantas no hay quien cumpla la normativa de accesibilidad de un edificio tan pequeño, y como el sótano original era planta y media, usamos el suelo para hacer los micropilotes. La solera fue nuestro plano de trabajo.

Sección transversal por vestíbulo. Ver PDF

S. P. C.: Nosotros no participamos en la demolición, lo hizo otro equipo, pero cuando llegamos, nos empezamos a encontrar una serie de "restos arqueológicos" que eran de Fórum Filatélico, como un búnker, supongo que era para guardar sellos, con muros de hormigón de 40-50 cm que tuvimos que quitar con disco. Había muchos restos que nos imposibilitaba porque no te puedes apoyar sobre antiguas estructuras, tuvimos que retirarlas, conseguir el contorno bueno y a partir de ahí, micropilotar, y luego montar encima un forjado sanitario y de ahí arrancamos con los muros.

T.: Y el sótano, ¿Qué uso tiene?

E. T.: El sótano se utiliza, fundamentalmente, como almacén de publicaciones. Luego han hecho una pequeña sala multifuncional, que ahora mismo tienen una exposición de inauguración muy pequeñita, hablando de la historia del banco. Está autorizada por el Ayuntamiento para hacer ahí una zona de trabajo puntual, por ejemplo, workshops o pequeños seminarios. Es una sala pequeña, no mide más de 4 x 6 metros. Y en el sótano también es donde están los aseos públicos.

Planta sótano. Ver PDF

Fotografía: Luis Asín

T.: ¿Cómo fue la gestión de eliminar el uso de aparcamiento?

E. T.: Madrid tiene una contradicción sobre movilidad. Por una parte, por ejemplo, para una vivienda unifamiliar en el Viso, piden tres, cuatro plazas de aparcamiento por los metros cuadrados que tiene, y, sin embargo, hay una política general de que a la larga no va a haber coches. Esa debía haber sido la estrategia, el motivo de la sostenibilidad, y presentamos todo un razonamiento, pero lo que fue clave era que la puerta existente, como la fachada es histórica, está protegida y ahí acabó todo. De hecho, es un punto que nos dio bastantes problemas para cumplir la normativa de incendios, porque por el aforo nos pedían dos salidas.

Fotografía: Luis Asín

T.: ¿Y la fachada estaba en buenas condiciones o hubo que hacer una restauración importante?

E. T.: El trabajo de restauración de la fachada de ladrillo es realmente magnífico. Ya en el edificio de El Águila (Mansilla + Tuñón, Archivo y biblioteca regional de Madrid, 1994-2002) habíamos encargado este tipo de trabajo y nos quedamos impresionados. Consiste en sustituir algún ladrillo, puntualmente, los que han perdido la condición estructural, y reconstruir los que sólo tienen la capa exterior deteriorada con una especie de estuco de cal y colorantes, todo con materiales naturales, y luego se entona uno a uno cada ladrillo con una aguada; es como si fuera un pintor que está pintando una fachada. Pensamos, en su momento que nos iba a dar problemas, y 20 años después sigue la fachada de El Águila impoluta.

 S. P. C.: Lo primero que hace la empresa es mapear toda la fachada, identificando todos los ladrillos, marcándolos. Había zonas que estaban muy deterioradas por las eflorescencias y por el recorrido del agua; los zócalos estaban muy mal y los sustituyeron porque era ya imposible regenerarlos, y el llagueado se rehace todo con cal. Han hecho un trabajo exquisito.

T.: Y el llagueado de la fábrica nueva, ¿también es con cal?

S. P. C.: Sí, es cal hidráulica, que tiene mucha puzolana.

Fotografía: Luis Asín

Fotografía: Luis Asín

Planta primera. Ver PDF

Fotografía: Luis Asín

T.: Y ya entramos en el edificio, el espacio del vestíbulo, espléndido, un pozo de luz de unas dimensiones muy generosas está revestido con un panelado muy especial ¿Qué es?

E. T.: Todo el revestimiento interior edificio está chapado en madera ignífuga, una chapa de roble que luego se laca cinco veces con un lacado también antihumos y se deja la veta vista; es como las tablas de un encofrado.

Cuando hicimos Zamora (Mansilla + Tuñón, Museo provincial de Zamora, 1992-1996) había tan poco presupuesto que reciclamos las maderas del encofrado y de ahí surge este acabado de tablitas. Queda un poquito nórdico, todo de madera blanca, como aquellas iglesias que están hechas como si fueran barcos.

Fotografía: Luis Asín

El edificio incluye la solera tecnificada Matrics, desarrollada por Sistemas Subway, diseñada a base de nodos que quedan integrados en el pavimento y distribuyen cualquier servicio técnico e integra climatización radiante. Se termina con un solado de granito negro pulido de grandes dimensiones. La modulación de los nodos es 120x120 cm.

T.: El patio es un elemento interesante porque de alguna manera ayuda en esa estrategia de esponjar el edificio.

E. T.: El patio viene dado por la normativa que, en el barrio de Argüelles, marca una alineación interna en las manzanas. Somos los primeros que respetamos esa alineación y no está muy claro que se vaya a continuar. Esto también llevaba a que, al tener los 1700 m² del edifico original y perder 2 o 3 m, decidiéramos esponjar el edificio, porque si no se iba a macizar demasiado

En esos metros de patio, hemos hecho una pérgola con un toldo impermeable que puede cubrirlo, más por la lluvia que por el sol, que no llega, y crea un ambiente casi interior al exterior. También hemos trabajado con unas paisajistas con las que colaboramos a menudo, Valentine Laperche y María Benavides, porque la normativa te obliga a ajardinar un 5%. Con ellas hemos hecho lo que nosotros llamamos ‘macetismo’, en las plataformas y en el patio, con árboles, arces, sobre todo. Y el resultado es muy bonito, porque cuando estás en una conferencia o en una exposición –la sala es horizontal para adaptarse a estos usos– tienes, de repente, esa expansión al jardín; no es que tenga una vocación de tapar lo que existe alrededor, que es un patio de manzana con ese feísmo que tienen los patios de Madrid, en el que hay hasta una de esas cocinas industriales de comida a domicilio, sin embargo, con el toldo extendido sí ofrece un espacio muy recogido.

Fotografía: Luis Asín

T.: ¿Y el adoquinado del patio hace referencia a esos patios de carruajes que había en la época del edificio?

Efectivamente, el adoquinado habla un poco de toda esta cosa de los patios de carruajes que había en Madrid, y hubo un momento que también se iba a colocar en el vestíbulo lo que pasa es que para el uso diario era muy complejo.

T.: Esa permeabilidad que hay entre el espacio interior y el interior del edificio, se potencia muchísimo con las carpinterías pivotantes ¿Habíais utilizado ese tipo de apertura en otros proyectos??

 E. T.: No, normalmente, las ventanas en este tipo de edificios las hacemos correderas, como están hechas arriba, que corren sobre los muros. En las plantas superiores es una solución compleja porque, como los huecos están muy cercanos, hay una hoja fija. Al abrir la corredera, da la sensación de que está todo abierto, pero en realidad está sólo un 50%. Funciona muy bien. Y abajo queríamos que el espacio funcionara muy fluidamente hacia el patio. Por eso se abren pivotando, y cuando tienes todas las puertas abiertas, pivotadas, verdaderamente parece que el jardín es parte del interior. Es una maravilla.

Planta segunda. Con la entrada de luz cenital del vestíbulo. Ver PDF

Fotografía: Luis Asín

Y, siguiendo con los huecos, que siempre son cuadrados, aunque desde la calle se perciben como más horizontales por la existencia de los petos, en la fachada principal hay un punto en el cual se produce una alteración: en el primer retranqueo hay cuatro huecos cuadrados y de repente hay una pieza que rasga la salida a la terraza, y un lucernario en L que mete la luz en el vacío central, al gran espacio interior

Fotografía: Luis Asín

Planta tercera. Ver PDF

T.: Y terminamos por las instalaciones que ocupan la última planta ¿no es un lujo?

E. T.: La verdad es que ese escalonamiento lo quería hacer yo con bastante empeño, casi como un edificio de Hedjuk2. Fíjate tú, yo pensaba más en Hedjuk que en Bankinter. Es como una escalera y la última planta sí es un lujo porque está ocupada por todas las máquinas. Siempre nos parece un derroche dejar una planta entera para las máquinas y luego resulta que siempre se queda justa. Es la planta más retranqueada; se queda en 7 metros de ancho.

S. P. C: Todo lo que es el circuito hidráulico está la zona más próxima a la caja de escaleras, que está techado, protegido, y luego, ya fuera, están la bomba de calor, dos UTAS, el grupo electrógeno y encima el techo de paneles fotovoltaicos. En estos edificios toda esta maquinaria la tienes que llevar a cubierta, por los requerimientos de ventilación y acústica.

Planta cuarta de instalaciones. Ver PDF y, planta de cubiertas, con la disposición de los paneles solares. Ver PDF

 T.: Comentabais que al patio no llega ningún rayo de sol, ¿a los paneles solares sí les alcanza?

E. T.: El sur y suroeste le da perfectamente, el sureste le da un poquito peor porque está la torre del hotel, del Meliá. Dan un rendimiento que está bien.

S. P.C.: Los paneles fotovoltaicos ayudan mucho a ordenar esa vista aérea, porque te homogeneizan todo eso mucho.

E. T.: El edificio muy urbano y quiere servir muy bien a la ciudad, en el sentido que se respeta el edificio histórico, la fachada histórica, que se abre, con ese set back para dejar entrar la ventilación y la luz. Está hecho con mucho cuidado. Arquia quería hacer una pieza un poquito ejemplar y, sin haber derrochado, sí se ha tratado de hacer una cosa que tuviera una cierta calidad.

Notas

1. Rafael Moneo. Sede de Bankinter, En colaboración con Ramon Bescós. Madrid, España, 1972-1976

2. John Hedjuk. Obras

Vigas Vierendeel (mixtas acero y hormigón) para formalizar los retranqueos de fachada. Detalles.

Hoja de ladrillo pasante . Apoyo en ménsulas de acero,

Suelo técnico con incorporación de capa radiante frio - calor. Descripción y detalles.

Ficha técnica

Autoría: Emilio Tuñon y Carlos Martínez Albornoz / Tuñon y Albornoz arquitectos

Localización: Madrid, calle Tutor 16

Colaboradores: Inés García de Paredes, Julia Díaz Beca, José Ramón Rodríguez, Nicolo Franchetto (arquitectos); Alfonso Gómez Gaite, Alfonso Redondo Gómez, GOGAITE INGENIEROS (estructuras); Carlos Úrculo, ÚRCULO INGENIEROS (instalaciones); Sancho Páramo Cerqueira (Dirección de ejecución), Daniel Castaño Zapatero, GESPREOBA (Coordinación de seguridad y salud en fase de ejecución); SGS TECNOS SA (Control de calidad); Benavides Laperche (Paisajismo); Carpintería La Navarra (Carpintero)

Fotografías: Luis Asín

Empresa constructora: Constructora San José

Empresas destacadas:


Editado por:

Tectónica

Publicado: Nov 8, 2023

¿Quieres que Tectónica sea tu MediaPartner? Descubre cómo aquí