DESCARGA AQUÍ EL PDF CON MÁS INFORMACIÓNResidencia para adictos a la heroína, Ámsterdam
El complejo de Ámsterdam-Bijlmermeer, que fue construido durante los setenta basado en los principios de los CIAM bajo la dirección de Siegfried Nassuth, ha sido muy criticado desde mediados de los noventa debido a gran cantidad de problemas sociales y estructurales. En este caso, con estrategias de renovación urbana sobretodo como la demolición radical de bloques de viviendas y adosados, reemplazándolos por construcciones de menor escala y cubierta plana. Al mismo tiempo, el centro comercial existente ha sido renovado con la ampliación de nuevas inafraestructuras asumiendo su importancia supraregional. En la parte superior de la zona central del barrio, se está construyendo un nuevo mercado, rodeado por el ayuntamiento del distrito, una piscina, el teatro de Bijlmer Park y la comisaría de policía existente. Además, el parque público se está regenerando de forma que permita conectar el barrio con el centro a través de una plaza.
En 2007, dentro del marco de un procedimientos de negociación, Atelier Kempe Thill recibió el encargo de un plan para un nuevo hotel para heroinómanos localizado en una zona muy sensible en la transición entre la plaza y el parque. La tarea era extremadamente delicada ya que estas instalaciones eran muy impopulares entre la población y normalmente tienen una existencia pobre en estructuras tipo contenedor en la periferia urbana, en zonas industriales o cerca de las vías del tren, y nunca concebidas como un nuevo edificio en contacto directo con el barrio, los parques y las instalaciones públicas. Para los arquitectos, esto ponía sobre la mesa una interesante cuestión: ¿cómo debería manifestarse la tipología del hotel para drogadictos dentro de su contexto urbano? Por una parte, existía una intención de concebir el edificio como una institución independiente conscientemente pública diseñada dentro de un espacio ambivalente de calma entre el parque, el teatro y la piscina. Por otra parte, como resultado de la sensibilidad de este grupo de usuarios, el edificio se diseña como algo anónimo, una estructura reservada que forma un edificio unido a la comisaría cercana.
Sala de estar común
Este hotel residencial se define por un uso de espacio diferenciado. Por una parte largas estancias y cortas estancias, y por otra como la administración de metadona a los enfermos se realiza aquí, existen unas instalaciones para formación y empleo de los trabajadores. Con cuarenta y cinco metros cuadrados por persona, cada espacio privado es muy generoso y excede los mínimos habitacionales, que son muy destacables desde un punto de vista social.
La plaza dentro de la parcela estaba disponible inicialmente, con unos veinticinco metros cuadrados, lo que era bastante poco favorable para la organización espacial del programa del centro ya que la mayoría de las habitaciones (normalmente pequeñas) requerían luz natural directa. El edificio se organiza entonces a lo largo de los límites de la propiedad, lo cual resulta en un programa tipo anillo en términos de diseño. Con un acceso muy compacto en forma de escalera, hace entender que la segunda ruta de escape posible resulte innecesaria. Con el anillo, un vacío para el que no hay referencia en el programa se crea y se reinterpreta como un atrio. En la planta baja, existe una gran habitación común que se abre en tres plantas y se concibe como una estructura cúbica de nueve metros de lado. El impacto del espacio se reafirma con un rebaje en techo, en la zona del atrio, de manera que ese espacio común se enfatiza óptimamente. Este espacio emerge de una manera casual desde la lógica de la parcela y no era una tarea inicial de proyecto. Forma el centro del nuevo edificio como un salón generoso común, que se puede utilizar para las diferentes actividades que contribuyen a la socialización de los residentes.
Sobre el atrio se coloca la terraza, cubierta plana de éste, que se diseña como un patio interior privado. En él los residentes pueden retirarse y relajarse, lejos del espacio público.
Luz y neutralidad de uso
El edificio pertenece a una constructora y ha sido alquilado a una fundación por un periodo de diez años. Todavía no está claro si el edificio seguirá siendo utilizado como Hotel para drogadictos tras 2022, o si será utilizado para otros programas nuevos. Para hacer posible que el dueño pueda hacer pequeños ajustes dentro de la estructura, Atelier Kempe Thill tuvo afrontar, por primera vez la creación de una estructura de función neutral. El edificio se construye como una estructura constructiva, sin muros portantes al interior e instalaciones también integradas en el edificio de manera independiente de la estructura portante. Como resultado final de estas estrategias, la estructura se puede adaptar a los nuevos usos con relativa rapidez y sin mucho gasto.
Debido a esta compactación de uso, es importante tener en cuanta que hay mucha luz natural disponible para la iluminación interior del edificio. La fachada se acristaló de manera generosa para facilitar la entrada de luz. El atrio central se ilumina cenitalmente y recibe luz adicional a través de la fachada. Los muros interiores que dividen el espacio se realizan con vidrio, lo cual permite más conexiones con el edificio que son necesarias para facilitar las interacciones sociales y el control en general.
Entre representatividad y Anonimato
A primera vista, el exterior del edificio está definido por bandas horizontales neutrales de ventanas con acristalamiento de control solar. Ya que las ventanas que se pueden abrir son rechazadas de manera expresa por la normativa de seguridad, se instalaron vidrios fijos muy generosos de2,6, 4 y 6m dependiendo del tamaño de la habitación. El vidrio se dispone con perfilaría de aluminio extrusionado muy delgada anodinada en negro, que se diseñaron de manera específica para este proyecto en relación estrecha con la firma Keers. Para poder financiarlo, el número final de perfiles se redujo a tres.
Las ventanas se cuelgan de la estructura y el borde del edificio da la sensación de ser una piel, haciendo el edificio más abstracto y elegante. Al mismo tiempo, el esqueleto estructural brilla a través del acristalamiento y permite dotar de una cierta profundidad a la fachada. Se colocan tres balaustradas horizontales entre las ventanas. Estas balaustradas se ejecutan con piezas muy pequeñas de vidrio que enfatizan la resbaladicidad y la calidad hermética de la fachada proporcionando una calidad táctil refinada y diferente. El verde de las piezas de vidrio sirven de color de referencia para el edificio y contrastan con los colores de la comisaría. Por razones de presupuesto, las piezas de fachada no se compraron en Italia pero se produjeron de manera específica para este proyecto en China. En conjunto, al fachada exhibe una piel reservada pero representativa y obtiene ese efecto desde la proporciones de las ventanas, su escala monumental y sus detalles abstractos,
En el interior del edificio, la tarea consistía en llegar a una elección neutral y dura de los materiales a pesar de lo ajustado del presupuesto. Se tomó una decisión consciente de utilizar un color gris claro, superficies fáciles de limpiar en combinación con mucho cristal para ofrecer la calma del día a día. Todas las paredes se enlucen con yeso, y los acabados de hormigón se protegen con pintura transparente, los suelos se revisten con poliuretano y el techo con un spray de escayola para mejorar la acústica. Todas las instalaciones técnicas como conductos de ventilación, extractores, tecnología de seguridad, incendios etc., se integran de manera cuidadosa en paredes y techos de manera que se imprime un carácter monolítico a las superficies. La atmósfera que se consigue es calmada y neutral, enfatizando la especialidad del edificio y ofreciendo a sus usuarios la oportunidad de adaptar las habitaciones individuales a sus necesidades particulares. Con estas ideas fue posible concebir la construcción de un proyecto de viviendas especial con una orientación conscientemente pública y un aura refinada, tanto en el interior como en el exterior. Creado a partir del estricto presupuesto se desarrolla esta atmósfera generosa y relajada que con toda seguridad tendrá un efecto positivo en la emancipación de los residentes, y así mismo será un ejemplo en el contexto internacional.
(Traducción Nuria Prieto)
Localización: Amsterdam / The Netherlands. Anton de Komplein 232, 1102 DR Amsterdam Zuidoost
Arquitectos: Atelier Kempe Thill architects and planners [André Kempe, Oliver Thill, David van Eck], www.atelierkempethill.com
Equipo: Rafael Alencar Saraiva, Marcel Geerdink, Pauline Marcombe, Teun van der Meulen, Anja Mueller y Andrius Raguotis
Cliente: Rochedale Projectontwikkeling
Usuario: HVO Querido Amsterdam
Fecha: Noviembre 2007-2012
Superficie: 730 m2