El proyecto de gaSSz para el diseño expositivo de ‘Las Artes del Metal en al‐Ándalus’ en el MAN, utiliza el metal como materialidad esencial que configura una cualidad espacial muy innovadora y atractiva.
La especial materialidad de las piezas metálicas expuestas –bronces en su mayoría- guiaron el concepto de diseño museográfico, que pretendía construir una atmósfera atractiva que resonara y potenciara las cualidades materiales de su contenido.
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Planta de la exhibición
Tras analizar el guion museológico y las características espaciales de la sala, se propuso un esquema organizativo muy sencillo: un espacio central concebido como ‘cofre’, se reservaba para albergar las piezas más singulares de la muestra –en urnas de vidrio- y servía además para organizar el recorrido de la exposición, al dejar a su alrededor un deambulatorio provisto de vitrinas murales.
Axonometría descriptiva del proyecto museográfico. Ver PDF
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa. La superficie vibrante de los eslabones de aluminio anodizado -color bronce -tienen su réplica en el ranurado de los tableros de MDF de fibraform FINSA.
Sección transversal y descripción constructiva. Ver PDF
Al acceder a la exposición, los visitantes identifican aquél ‘cofre’ como un volumen cerrado por una gran cortina metálica semitransparente de color bronce, que insinúa la presencia de una misteriosa arquitectura en su interior, invitando a ser descubierta. La cortina acompaña a los visitantes a lo largo del recorrido preparatorio por el deambulatorio, donde pueden contemplar el contenido de las vitrinas murales, para descubrir a mitad del recorrido el acceso al interior del ‘cofre’, que se presenta como una habitación cerrada por otra cortina dorada, donde se guardan las piezas más singulares y valiosas de la muestra: los tesoros y las figuras zoomórficas.
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Para la exposición se han utilizado cortinas de cadenas de aluminio anodizadas de color bronce y dorado mate; éstas fueron suministradas por el fabricante en módulos de 1m de ancho y alturas a medida -de 3-4m respectivamente- y montadas en una pletina de acero taladrada, de 3mm de espesor, de 4cm de altura y 1m de longitud (con tramos de 50cm en los paños cilíndricos).
Las pletinas se fijaban luego al techo, o a un listón de madera de pino, colocado a la altura del borde inferior de las vigas de cuelgue de la sala, para que el paso de la cortina fuese siempre limpio bajo las mismas. Las cortinas se instalaron manteniendo una separación de 10cm respecto de cualquier pilar o muro adyacente, para evitar que las sombras desvirtuaran su transparencia y ligereza.
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Para realzar la superficie de las cortinas exteriores color bronce, se utilizó un perfil lineal LEDs de largo alcance (IP20 de 6 leds 3000 ºK, 25W) montado sobre chasis y difusor de metacrilato. Apoyado en el suelo a lo largo del perímetro exterior, servía a la vez como balizamiento para disuadir a los visitantes de pasar a través, y para bañar las cadenas metálicas, produciendo numerosos reflejos y evolventes cáusticas alrededor de sus eslabones curvos.
Para iluminar la cortina interior dorada, en cambio se utilizaron los focos montados en los carriles electrificados existentes en el techo de la sala, dirigidos también horizontalmente para bañar también el techo de tipo ‘lluvia’, con 600 cadenas individuales de 90cm, dispuestas al tresbolillo separadas 50cm.
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
El muro perimetral en el que se empotran las vitrinas tiene una altura de 2,80 m y recorre las cuatro paredes de la sala. Se montó sobre un entramado a con estructura de tablero aglomerado y con listón de pino y se terminó su cara vista con un tablero negro de fibras de densidad media (MDF) de 10 mm, coloreado en masa, ranurado (4x4 mm y 6mm de separación) y acabado en crudo sin barnizar, un material comercial que se utiliza habitualmente para realizar superficies cilíndricas. Todas las vitrinas se diseñaron y construyeron modularmente para facilitar su fabricación, su montaje y su desmontaje, ya que la exposición debía itinerar posteriormente a otras sedes.
El interior de las vitrinas y las hornacinas se realizó con tablero de densidad media, que previa imprimación con un sellador (solución acuosa de polímeros acrílicos) fueron lacados con pintura libre de formaldehidos y Compuestos Volátiles Orgánicos (COV) para no dañar a las piezas metálicas expuestas. Las vitrinas incluían, cuando era necesario, un recipiente interior para material 'art-sorb'.
Su interior se ilumina a través de un difusor opal, mediante una tira flexible de LED regulable con equipo electrónico (temperatura 3000ºK) e instalada en el intradós del dintel. Las vitrinas se cierran con vidrio laminado extra-claro 3+3mm.
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Fotografía: Emilio P. Doiztúa
Vídeo sobre el montaje expositivo
El juego de transparencias proporcionado por la cuidadosa iluminación de ambas cortinas –bronce y oro- provoca un efecto moiré en las vistas cruzadas, que distorsiona la percepción y profundidad del espacio, construyendo una atmósfera de sorprendentemente virtualidad y ligereza.
Consulta otros proyectos que utilizan cortinas metálicas como el proyecto para el Design Miami de Dekleva Grégorič en Tectónica.
Autoría: gaSSz arquitectos / Silvia Sánchez y Diego García-Setién
Localización: MAN, Madrid. España
Año: 2019
Colaboradores: María Abad
Fotografías: Emilio P. Doiztúa
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Publicado: Mar 2, 2020