El encargo era un edificio de actividades extraescolares para 10 niños en regimen de cuidados juveniles especiales (desde los seis a los dieciocho años, no-residentes) con una habitación para empleados en la primera planta.
Además de la definición proyectual, el encargo pretendía encontrar la conexión entre los edificios existentes (viviendas unifamiliares) y crear un pasaje/transición al parque urbano. Escogimos no añadir un volumen final a la fila lo cual habría sido realizado a expensas de los árboles, que son de gran valor ya que llenan y completan el patio existente. Utilizamos lógica inversa: dejamos el verde para la ciudad, no utilizamos la tipología de vivienda unifamiliar y creamos un pabellón en el jardín. Este pabellón tiene sus raíces entre los árboles y el verde. Utilizando el jardín como muro y tema principal, apenas hay una presencia física del edificio.
Escogiendo de manera deliberada la tipología de pabellón y jardín, hemos creado un gran espacio visual y el verde permanece efectivamente presente. El juego entre las dos funciones, el parque de la ciudad y el centro de día, es un valor añadido para ambos, pero también para el tejido urbano local. Todas las funciones están delineadas claramente pero son aún espacialmente coherentes. Las luces en el muro exterior sobre el parque incrementan el control social en esta dirección y garantizan una atmósfera agradable y hacen justicia al nombre del proyecto, the Ark, el Arca.
Cada material del edificio (hormigón, arcilla y madera) se utilizaron de manera primaria, de forma que el material es en sí el acabado (bajo CO2 y uno dentro de otro). Como concepto ecológico, hemos asignado el papel estrella a la masa de árboles. Proporcionan al edificio un sano microclima. El agua de lluvia de la cubierta se recoge y se almacena en los patios y en la cubierta. Escogiendo una superficie verde porosa, de forma que el agua y las hojas se mueven libremente, proporcionamos una infiltración natural de agua.
El arca es un entorno natural protegido del mundo exterior. Los árboles y el muro del jardín forman un condensador perfecto. Los árboles proporcionana oxígeno y el muro del jardín ofrece seguridad. El exterior de la casa se convierte en un hogar.
Autoría: Lens°ass Architecten
Localización: Hasselt, Bélgica
Año: 2012
Fotografías: Philippe Van Gelooven
Editado por:
Publicado: Jan 8, 2014