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La casa de Silvina y Omar solía ser una más entre modelos vernáculos típicos del primer cordón del conurbano bonaerense. Silenciosa en cuanto a su inserción urbana, simple y compacta en su desarrollo de una sola planta liberando una porción de lote al fondo, cubierta plana en relación directa con las copas de los arboles linderos y tupida vegetación en el plano de contrafachada.
El deterioro natural del paso del tiempo y una concepción ayornada del modo de habitar, sumados a la necesidad de agregar una vivienda de alquiler a su predio, animaron a los propietarios a convocar un proyecto.
Considerando las necesidades planteadas y los atributos a poner en valor que presentaba la construcción existente es que la nueva vivienda se formula a sí misma como complemento de la existente, no solo en termino funcionales, sino también en cuanto a su forma de gestión y consumo energético y hasta la propia economía del comitente.
Intervenciones de grado mínimo en la planta baja dieron paso a perspectivas abiertas, recuperando el uso de superficies pequeñas y arrinconadas. La optimización del uso del espacio que supuso la intervención inicial en conjunto con el plano de azotea dieron soporte a la nueva vivienda, que utiliza una porción del antiguo garaje para posicionar su escalera de acceso y se despliega en toda la cubierta de la primera. El sistema constructivo elegido es liviano, para no poner en riesgo la estabilidad estructural de su anfitriona y sus techos se encuentran en un canalón que permite recuperar aguas de lluvia. La distribución de programas se organiza en tres lonjas que conforman un gradiente relacional para con la calle, llegando a la contrafachada con una serie de vanos pequeños por ensima de los cuales se crece la vegetación del plano original, garantizando de ese modo la intimidad de jardín en planta baja y un eficiente paso de luz de acuerdo a las necesidades estacionales. En adición al sistema de recupero de aguas la nueva pieza aporta un sistema de precalentamiento solar térmico para ambas viviendas y mejora considerablemente el rendimiento termodinámico de la primera.
Cada una reconoce en la otra sus atributos, se comparten y se mejoran sin pretender parecerse demasiado ni tan poco.