Apenas 10 minutos a pie de Shonan se situaba una iglesia protestante, en una zona verde. La capilla, con 50 años de antigüedad, era demasiado pequeña, por lo que se decidió la construcción de una segunda capilla en un lugar diferente. Las autoridades eclesiásticas comentaron que durante la misa se suelen leer pasajes de la Biblia, por lo que el punto de partida era “el deseo de un lugar apropiado para rezar al Señor”.
El diseño arquitectónico se basó en la creación de un edificio de una única planta con una altura restringida de manera que pudiese armonizar con una zona residencial de baja densidad. Se buscó la creación de un espacio apropiado para la oración y adoración mediante seis cubiertas curvas a diferentes alturas. Esto permite que la luz natural penetre a través de la cubierta. Las seis cubiertas representan los seis días de la creación según en génesis, entendiendo la misa como la celebración del séptimo día.
La luz directa e indirecta se regulan dependiendo de la hora del día. A la hora el servicio religioso no hay exposición directa al sol, mientras que el resto del día sí la hay. Así la construcción se diseñó para recibir la cantidad apropiada de luz indirecta durante la misa. La incidencia de la luz se simuló utilizando software informático a intervalos de 30 minutos, programándolo todos los días del año, 12 meses y manipulándolo según la hora del día. El espacio permanecería bajo una luz suave indirecta todo el año, y durante las horas de servicio la entrada de luz hace dibujos sobre los muros. Por la tarde sólo hay un momento de luz solar directa, sobre las 3 de la tarde, como una lluvia torrencial, creando un entorno dinámico.
La estructura se realiza mediante losas desiguales que marcan un ritmo a través de piezas de hormigón RC, colocando paneles acústico entre esas costillas. La disposición de tableros cóncavos acústicos hacen posible que el sonido sea perfecto cuando el párroco lee durante la misa, y mejora el sonido del coro. Esperamos una concepción del tiempo y el espacio que armonice con la naturaleza local, el paisaje y la gente, que gradualmente llegue a apreciar la construcción.
La cruz de la iglesia se ha realizado en terracotta, precisamente enfatizando con ese material la idea de 50 años de cristiandad en Shonan. En el exterior se crearon unos cortes para permitirá que el agua de lluvia evacuase de manera natural.
La estructura de hormigón es la característica constructiva más destacable de esta obra. Las seis losas de hormigón proporcionan un diseño que no sólo enriquece espacialmente la iglesia sino que proporciona una serie de características estructurales, acústicas y lumínicas que mejoran el espacio. Mediante el efecto de su curvatura, al cubierta puede alcanzar luces de 7,6m con tan sólo 250 mm de espesor. En caso de terremoto el movimiento de las piezas se producirá en el sentido de la luz, siendo arriostradas en sentido contrario por un muro de 300 mm de espesor, de manera que las losas funcionen realmente como atado de esos muros.
Los huecos que se disponen entre los elementos estructurales permiten la entrada de luz y el acabado del hormigón permite un brillo que expande la luz por el interior del espacio. El acabado de los muros de hormigón permite que se reduzca el efecto del eco, permitiendo que mejore notablemente la acústica de la sala.
Autoría: Takeshi Hosaka
Localización: Kanagawa, Japón
Año: 2013-2014
Fotografías: Koji Fujii / Nacasa&Pertners
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Publicado: Jun 25, 2015