Cabaña de C y M. A6A

Fotografía: Agnès Clotis

Este es mi mundo de trabajo [...]. Hablando con rigor, nunca contemplo el paisaje. Experimento sus cambios horarios, día y noche, en las grandes idas y venidas de estación. Martin Heidegger.

Más allá de ofrecer algunos metros cuadrados de superficie añadida a este casa familiar, el proyecto se centra ante todo en establecer una nueva relación con el paisaje que se nos ofrece: las colinas de Planquehaute, y la vista hacia el lago de Lacanau. De esta manera construimos un lugar de observación generoso, una construcción como un paréntesis entre el exterior y el interior.

Para ello, elegimos no unir físicamente la antigua construcción con la nueva. Aproximarlas entre ellas y permitir el simple “roce” de estos dos volúmenes nos parece suficiente para crear la conexión arquitectónica entre la vivienda original y su ampliación. Un acceso diferenciado, que nos obliga a deslizar nuestro cuerpo entre un muro de contención y la nueva construcción, aporta una nueva utilidad a este anexo.

Al buscar una cierta discreción entre los altos pinos presentes en el lugar, decidimos vestir el volumen de una piel particularmente oscura. La construcción se sitúa de esta manera entre estos troncos y sus tonos apagados.

La sombra de las cimas, mecidas por el viento del Este, se confunde con la vibración de estas fachadas de madera. Un sencillo elemento, el listón de madera dispuesto según un ritmo variable, nos transmite esta sensación. Más que un pabellón, una cabaña contemporánea. Un refugio para el cuerpo y para el espíritu. Voluntariamente de espaldas a la zona de acceso, para abrirse completamente hacia la experiencia del paisaje cambiante en el horizonte.

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