Ascensor urbano junto a un arroyo en Astigarraga de Barru Arkitektura

Xabier Barrutieta

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Este proyecto de infraestructura urbana en Astigarraga, diseñado por Xabier Barrutieta (Barru Arkitektura), trasciende la mera resolución de un desnivel de diez metros para proponer un ejercicio de inmersión en el paisaje –visual y sonoro– a través del reflejo facetado de la vegetación que lo rodea en el fuste revestido por paneles de aluminio y del recorrido sinuoso junto al arroyo.

Fotografía: Jorge Allende

El texto que aparece a continuación, en azul, procede de una conversación sobre el proyecto del Ascensor junto al arroyo Goiko-Iturri en Astigarraga, entre Xabier Barrutieta de Barru Arkitektura , con Berta Blasco y Jose María Marzo de Tectónica.

Tectónica: En el País Vasco, por orografía o por planteamiento, hay numerosas intervenciones que resuelven la conexión entre barrios a través de infraestructuras que incluyen medio de transporte mecánico, como ascensores o escaleras y rampas.

Xabier Barrutieta: Es cierto. En primer lugar, la orografía manda mucho, pero en este caso, la conexión no era tan evidente, ni siquiera al leer el plano. Y luego se da un caso muy paradigmático, que se debe a que, en el País Vasco, hay, como decíamos, una orografía muy acusada, con ríos muy cortos, con mucha vertiente; vaguadas muchas veces formadas por riachuelos, como es este caso. A un lado de esa vaguada, en alto, está la plaza del pueblo, pero el otro lado lo rebajaron e hicieron unas viviendas, una urbanización nueva.

Plano de emplazamiento. Ver PDF

Astigarraga forma parte de la gran vega del río Urumea, y en los promontorios o montículos naturales a los que no afecta la marea, es donde están situadas las casas nobles, la iglesia y más allá el ayuntamiento, el frontón y la plaza, que forman la tríada básica de los pueblos vascos. Eso queda en una cota alta, como la +20. Abajo está a +10 y la marea llega hasta la +8. La intervención queda en una zona relativamente inundable. Además, esa vaguada, como otras, hasta hace cincuenta o sesenta años o menos, era un vertedero, por lo que, geotécnicamente, era un sitio complejo. Para el proyecto primero había que ver cómo gestionar ese riachuelo, el Goiko-Iturri, que a veces es de poca entidad, pero cuando llueve, es importante. Y, por otro lado, la geotecnia propia del lugar.

Estado previo. Vistas entorno

Concepto e implantación

(De la Memoria del proyecto)

La intervención responde a una necesidad funcional: conectar la zona baja de la vega Astigarraga con su corazón cívico situado en la ladera, la Foru Plaza, donde también se sitúan el ayuntamiento y el frontón, en un conjunto típico de las villas vascas. El reto fue salvar un desnivel de casi 10 metros en una ladera abrupta que, tiempo atrás, fue un vertedero de escombro y que hoy se presenta como un bosque denso de bambúes y separado de la plaza contigua por una lámina de agua del arroyo de Goiko-Iturri.

El proyecto convierte esa condición en oportunidad. En lugar de imponer una solución técnica sobre el lugar, el diseño se adapta y se pliega al paisaje, generando una infraestructura discreta, y contextual. El ascensor se sitúa integrado en la ladera, al otro lado del arroyo, minimizando su impacto visual desde las viviendas y estableciendo un recorrido secuencial y pausado.

Alzado sur. Ver PDF

Fotografía: Jorge Allende

T: ¿Las inundaciones siguen siendo un riesgo real o están ya controladas desde la cabecera de los arroyos?

XB:  En toda la la vega del Urumea, que es de San Sebastián hacia arriba, se dan dos situaciones: una es que puede subir la marea, entonces el agua va de abajo hacia arriba desde el mar. Pero si tenemos una pluviometría importante, toda el agua que viene de arriba también hace subir el caudal. Cuando se juntan los dos elementos, la inundabilidad es importante. De hecho, en Astigarraga hemos hecho la ampliación de una ikastola, la escuela municipal, y la hemos tenido que subir a una cota alta, a pesar de que, cuando se haga el edificio, seguramente el terreno original ya no será inundable porque el Gobierno Vasco está haciendo unos parques fluviales, una especie de polders, reservando zonas inundables que también son ciudad, que es lo interesante. Son zonas que se pueden cubrir en determinados momentos, una práctica que en Europa se hace habitualmente. En España se ha hecho en Zaragoza, por ejemplo. Son zonas como de parque, paisajísticamente muy interesantes, que quedan en una cota baja, de manera que los meandros se abren en la vega. El caudal del río va más libre y no sube a cotas altas.

Plano previo a la intervención, con el dique de separación con el estanque de cota inferior. Derecha, estado proyecto con trabajos previos. Ver PDF

T: ¿El arroyo desemboca en el Urumea?

XB: Técnicamente va a un tanque de tormentas, que regula ese caudal hacia el Urumea porque, si se da esta situación que comentamos, esos tanques de tormenta pueden regular el vaivén de la marea. El riachuelo en sí tampoco es tan natural como estaba, sino que tiene dos niveles. Un primer nivel antes de llegar al nuevo puente que es curvo. Debajo de él hay un muro haciendo una presita y un metro más abajo, hay otra lámina de agua que se ensancha formando un estanque que, a su vez tiene dos rebosaderos. 

Planta implantación proyecto. Ver PDF

Fotografía: Barru Arkitektura

Sección del ascensor. Ver PDF

Recorrido y experiencia

(De la Memoria del proyecto)

En su parte inferior, el acceso se produce a través de una pasarela de trazo orgánico, que se eleva sutilmente sobre el agua. Su forma acompaña el relieve y refuerza la experiencia del tránsito como un pequeño viaje. La pasarela está construida en hormigón de canto mínimo, lo que permite un vuelo elegante sobre el cauce y conserva la ligereza visual del conjunto.

Una vez alcanzado el ascensor, el volumen vertical aparece como una pieza tensionada entre lo técnico y lo poético. La estructura principal está formada por dos pantallas de hormigón de 20 cm, rigidizadas con perfiles metálicos cuadrados que a la vez soportan una piel de vidrio transparente en la cara frontal, permitiendo ver el interior del mecanismo del ascensor. Los laterales opacos se revisten con un mosaico de triángulos de dos acabados metálicos, que integran la torre en el paisaje a través de los reflejos.

En la parte superior, una pasarela metálica con acuerdos curvos enlaza el volumen con la plaza, trazando una transición fluida con la urbanización preexistente. Las barandillas de herrería, pintadas en el mismo tono que el agua del estanque, completan el sistema de accesibilidad urbana con un gesto liviano e integrador.

Fotografía: Jorge Allende

Detalles sección ascensor acceso superior. Vista en PDF para suscriptores Premium.

T: ¿Cómo surgió la formalización del ascensor y de las pasarelas? ¿Teníais alguna referencia?

XB: Aquí hay dos temas muy diferentes. Empiezo por el fuste del ascensor. Ahora estamos acabando otro ascensor en Zumaia y cada uno, depende de lo que queramos que se vea, tiene una estructura diferente. En este caso queríamos que se viera a través del ascensor, que no fuera una pantalla que rebotara, sino que tuviera una entrada frontal y una salida, por detrás, a 180 grados, muy transparente. El construir los dos laterales de hormigón parecía una buena solución. Se llevan a un foso prácticamente cuadrado hasta el suelo. La construcción de esas velas tiene su complicación, porque se hace una primera hormigonada, con una altura de cuatro o cinco metros, y montar la siguiente es complejo. Hay que hacer un encofrado bastante potente en cuanto a estructura para aguantar las cargas del hormigón fresco y que se mantuviera en su posición. La constructora estudió la forma de hacerlo prefabricado, pero no lo veíamos del todo claro. La altura total de las pantallas de hormigón era de catorce metros. Nos daba más confianza la estabilidad de un muro encofrado, pero ya veremos, igual el siguiente lo hacemos prefabricado. Esas dos pantallas - para estabilizarlas- se unieron con unos tubos de acero, y como no queríamos que fueran muy visibles las chapas de anclaje de estos tubos, las proyectamos enrasadas con el hormigón. Por eso, a la hora de hormigonar las pantallas, se dejaron las placas al ras, que luego se atornillan, se protegen y se pintan, de manera que no fuera muy industrial. Ese es el secreto del fuste.

Fotografía: Barru Arkitektura

Y ya pasamos a la pasarela, con la que hacemos el borde del río y un vuelo. La gracia de este vuelo sobre el agua es crear una sombra y el acercamiento al agua, por eso la barandilla es muy transparente en toda la vertical, permitiendo ver el agua hacia abajo. Y luego hacemos el engarce hacia un gesto que ya tenía la propia urbanización, que es esa curva-contracurva, donde hemos dicho antes que hay el salto de cota, como una pequeña presa.

Alzado este. Ver PDF

Fotografía: Barru Arkitektura

La estructura más fina posible para la pasarela era una losa de hormigón, curva y en pendiente del 4%, lo cual implicó un desafío en cuanto a los armados. La idea era que fuera rasante, pasara por encima del agua y aterrizara en la urbanización lo más sutil posible. Ahí hubo que jugar con esos espesores y esas pendientes para evitar una estructura principal y una secundaria superpuesta que empezara a coger más entidad.

T: ¿Esa pendiente del 4% era también por accesibilidad?

XB: La inclinación máxima para accesibilidad es un 6%. Con un 4% no está considerado rampa y, por lo tanto, no exige doble pasamanos. En entornos urbanos, tanto el código técnico como el decreto 68/2000 del Gobierno Vasco, que fue el primero del Estado que recogía todo el tema de accesibilidad, exige que haya dobles pasamanos a ambos lados de las rampas. Yendo a una pendiente más suave, podía quedar más limpio.

Fotografía: Jorge Allende

T: Habéis escogido un pavimento de madera técnica, ¿ha sido fácil adaptarlo a esa doble curvatura? ¿Qué exigencias tiene al estar a la intemperie en un entorno muy húmedo?

XB: Son dos preguntas muy diferentes. Por un lado, la forma de colocarlo para conseguir esa geometría es como sombrear en AutoCAD: sigues una línea y lo vas llevando poco a poco. Eso funciona bien. Y por otro lado, el material, por cuestiones de resbaladicidad, debía ser C3. El aparejador y yo insistimos en ver los certificados, que la empresa aportó, y lo instalamos, pero al ir con la propiedad vemos que resbala. Se hicieron dos ensayos in situ con un péndulo, y no daba el C3. Por lo visto el certificado estaba caducado, era del Reino Unido, la normativa ha cambiado… y al final tuvieron que levantar todo, cambiarlo por un C3 real, que tenía otro tono de madera respecto al que habíamos escogido. Fue un tema tenso porque si lo aceptábamos, estábamos jugando con el riesgo de que alguien tuviera un accidente.

Fotografía: Jorge Allende

T: Respecto a la cuestión del ascensor como objeto urbano, para el que comentabas que era importante las vistas que permitía y que habéis definido a través de los reflejos, de esa piel metálica ¿Qué resultado buscabais?

XB: Cuando comenzamos a trabajar en el sitio, esa ladera era una pantalla vede completamente cubierta por una plantación muy frondosa de bambú. De hecho, suponen un problema porque crecen demasiado. No era evidente que detrás estuviera la plaza, no se veía nada. La idea era insertar ese elemento de una manera natural o, por lo menos, que jugara con esa presencia vegetal y creara un juego. El ascensor no se ve de frente porque está en el fondo de una vaguada; nos acercamos a la vaguada de lado y en ese plano lateral veíamos interesante proponer un juego de reflejos, que no fuera un reflejo muy nítido, y por eso el tema de los triángulos, como píxeles, que pudieran reflejar la propia vegetación con cierta irregularidad y con diferentes puntos de vista, porque, si lo ves desde arriba, se ve más el reflejo del cielo. Así, quedaba una presencia camuflada, pero sugerente. Ese patrón de triángulos lo habíamos experimentado en un proyecto anterior en Hernani, donde hicimos un anillo de triángulos. Son triángulos isósceles, que en el ascensor son de dos tipos, uno más mate y otro más espejo, que hacen una figura que resulta algo mineral, facetada, que no dibuja un volumen rotundo en el paisaje.

Fotografía: Jorge Allende. En los laterales del fuste del ascensor se colocan sobre una subestructura metálica de perfiles verticales los paneles triangulares de composite de aluminio de Stacbond, con dos terminaciones: mate y de espejo.

En esta piel, además hay una variante porque como el aluminio es relativamente débil a cualquier golpe, lo que hicimos ahí fue colocar unos triángulos de acero inoxidable, que son el mismo inoxidable del forro del ascensor. Apenas se nota, pero en puridad hay unos triángulos de aluminio, unos espejo y otros mate, y otros que son de acero inoxidable, forrando la planta de abajo. Como un basamento de protección

T: Y en todo este efecto de algo facetado, liviano, también es importante el diseño de la iluminación.

XB: En las fotografías tiene más fuerza la iluminación que en la realidad. La idea es que fuera una luz de confianza o de acompañamiento. Además, cerca hay viviendas y no queríamos crear un problema de exceso de luz. Pero si es verdad que en las fotos resulta muy llamativo o artístico, porque las geometrías cambian, hay un contrapunto entre rectas y curvas…

El detalle de la barandilla estaba diseñado para incluir un LED rasante que iluminara el paso con una luz cálida. En el ascensor, hemos tenido un debate, pero llegamos a la conclusión de que nos gustaba más que la iluminación sea hacia adentro, es decir, que el foco de iluminación no se vea. Hay un fuste iluminado. El ascensor también tiene su propia iluminación, porque es una cabina de vidrio.

Se utilizó una iluminación cálida, muy cálida, de 2.700 ó 3.000 K para todo el ámbito urbano. El ascensor, por el contrario, tiene una iluminación muy blanca, de 4.000 K que hace ese contrapunto de émbolo que sube y baja. 

Fotografía: Jorge Allende

T: Supongo que, por temas de seguridad, el ascensor esta siempre encendido.

XB: Sí, está iluminado todo el rato. Los ascensores tienen que ser muy transparentes, que no haya puntos negros, recovecos… en la memoria del concurso hay que justificar todo esto, e, incluso, algunos ayuntamientos exigen que haya cámaras. En este en concreto, hay cámaras arriba, abajo y en el interior del ascensor.

Fotografía: Jorge Allende

T: Y para terminar, una pregunta a por un detalle que ha despertado nuestra curiosidad ¿suele haber bosques de bambú en el País Vasco?

XB: No, no, no es natural, pero voy a enlazar con lo primero que os he dicho: este lugar era un vertedero. Para cubrirlo, el paisajista que se encargara en aquel momento recurrió al bambú, que nace sobre casi cualquier cosa. Y la verdad es que en muy pocos años se hizo una red que se expandió y cubrió la ladera, y todo lo que había detrás. Nosotros cortamos los bambús y en la zona detrás de los gaviones se han replantado yedras y creo que unas calabazas, todo de porte bajo, porque no queremos que el bambú oculte el ascensor. De hecho, hemos tenido que poner un cierre metálico debajo de la tierra como una barrera para las raíces del bambú, para que no invada este espacio.

Detalles constructivos de:

Sección ascensor acceso superior / Sección inferior ascensor y foso / Sección pasarela inferior y gaviones / Detalles pasarela superior, barandilla, pasamanos iluminación LED / Losa armada inferior / Estructura pasarela superior

Ficha técnica

Autoría: Xabier Barrutieta

Localización: Goiko-Iturri, Astigarraga, Gipuzkoa

Colaboradores: Ander Gonzalez (arquitecto proyecto); Iñaki Arregi (arquitecto técnico); Alberdi Ingeniería (Cálculo estructural)

Fotografías: Jorge Allende

Promotor: Ayuntamiento de Astigarraga

Empresa constructora: Urdinberri Eraikuntzak

Empresas destacadas:


Editado por:

Tectónica

Publicado: Dec 30, 2025

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