Alberto Campo Baeza, al que nos une una buena amistad de muchos años, nos habló en su día de una obra brillante y singular: la rehabilitación del Mercado de Almería, y nos envió unas fotos para que lo conociéramos y un breve texto que condensaba en el título el núcleo de la intervención: HACER VOLAR LA ARQUITECTURA.
Con motivo de la celebración que tuvo lugar en el Mercado, por la concesión del Premio ARCO del Colegio de Arquitectos de Almería a la Casa de Alberto Campo Baeza y Modesto Sánchez Morales en Mojácar, se reactivó la publicación de la obra con el envío de una buena colección de fotos del proceso constructivo y un nuevo texto: UNA VERDADERA LECCIÓN DE ARQUITECTURA.
Fotografía: Javier Callejas. El mercado en la actualidad, después de la intervención.
¿Imaginan ustedes que para hacer un gran sótano en un importante edificio histórico existente el arquitecto decidiera suspenderlo en el aire y hacerlo volar? Pues eso es lo que ha hecho Modesto Sánchez Morales, un gran arquitecto de Almería, con el antiguo mercado de Almería en la Rambla Obispo Orberá. Para poder excavar hasta lo más hondo, tuvo colgado en el aire el artefacto estructural el tiempo preciso.
Fotografía: Javier Callejas
El mercado de Almería era el típico edificio con una trama estructural de hierro fundido en la que se insertaban ordenadamente los puestos de venta.
Fotografía: Javier Callejas. Estado original de la nave del mercado antes de la rehabilitación.
Fotografía: Javier Callejas. Sótano original de la nave.
Tras un estudio concienzudo de la situación, nuestro arquitecto tomó la decisión de, en vez de desmontar una a una las piezas de aquella estructura del siglo pasado, roblonada de hierro fundido, lo que hubiera supuesto un puzzle imposible y de costes desmesurados, decidió suspender en el aire toda aquella estructura, para permitir trabajar debajo.
Fotografías: Javier Callejas
Y allí, debajo, excavó y construyó un sótano generoso que ahora da gloria verlo.
Fotografía: Javier Callejas
Las imágenes de la estructura suspendida en el aire son impresionantes y hermosísimas. Como hermosísimo es el resultado final.
Modesto Sánchez Morales hizo una brillante carrera de arquitectura en la Escuela de Arquitectura de Madrid, la ETSAM, de la mano de Sáenz de Oiza. Y luego, por razones familiares, se bajó a Almería donde desarrolla un trabajo de primerísima calidad. Actualmente es uno de los más prestigiosos profesores de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de Granada.
Juntos hicimos la Plaza de la Catedral y el edificio de la Delegación Provincial de Salud, una preciosa caja de piedra donde las piedras, las contraventanas, se mueven. Y actualmente estamos poniendo en pie una casa en Mojácar.
El trabajo del Mercado de Almería es un buen ejemplo de cómo actuar sobre arquitecturas existentes. Ojalá las intervenciones en edificios históricos cayeran siempre en tan buenas manos.
Alberto Campo Baeza
Para Tectónica
Fotografía: Javier Callejas. Imagen de la obra: apeo de los pilares existentes previo a la ejecución de la estructura de la planta sótano.
Debo confesar que no es fácil que a estas alturas de mi vida una obra de arquitectura me impresione.
Pues en Almería, con ocasión de recibir el Premio Arco del Colegio de Arquitectos de este 2023, tuvimos un piscolabis en el Mercado, que es una preciosa rehabilitación del arquitecto Modesto Sánchez Morales.
Y aunque la restauración es perfecta y preciosa, lo mejor es la decisión de completar la estructura del edificio por debajo. ¿Completar la estructura del edificio por debajo? El edificio original carecía de sótanos y servicios imprescindibles para la función de Mercado que allí se desarrolla.
Tras recibir el encargo y analizar el edificio existente se evidenciaba la necesidad de esos sótanos y servicios. Y la única manera era actuar con una operación estructural casi impensable, levantar en vilo el edificio existente, hecho con columnas de fundición, y, tras construir esos sótanos, volver todo a su lugar. Una necesaria pero arriesgada operación estructural.
Nuestro arquitecto, demostrando unos envidiables conocimientos estructurales, tras consultar con los ingenieros expertos, se lanzó y, tras suspender el edificio existente en el aire, comenzando con un micropilotaje, acometió la operación que, pasado un tiempo, se ha demostrado perfecta.
Fotografía: Javier Callejas
Planta baja, estado reformado. Ver pdf
Fotografía: Javier Callejas. Vista del núcleo central de escaleras mecánicas que comunica la planta baja con el semisótano.
Planta semisótano -1, estado reformado. Ver pdf
Planta semisótano -2, estado reformado. Ver pdf
El Mercado posee ahora unos servicios y almacenes muy bien articulados. Con una circulación horizontal subterránea con esquema de corona circular y con una vertical de ascensores, que resuelven todo a la perfección. Los grandes cuartos de basuras, ahora acondicionados convenientemente ya no huelen. Las tiendas del mercado en planta baja tienen sus almacenes comunes en sótano, muy bien ordenados y comunicados.
Fotografía: Javier Callejas. Imagen del acceso lateral a la nave al nivel del primer semisótano.
Sección transversal. Ver pdf
Fotografía: Javier Callejas
Sección longitudinal. Ver pdf
Fotografía: Javier Callejas
Alzado lateral. Ver pdf
Fotografía: Javier Callejas
Alzado frontal. Ver pdf
Fotografía: Javier Callejas
Pero lo que a mí me gustaría subrayar aquí es el carácter claramente estructural de la operación. Defender que los arquitectos deben tener unos sólidos conocimientos de Estructuras. Tanto que, tras la consulta de nuestro arquitecto con algún catedrático que no estaba muy por la labor, decidió acometer la operación, y venció.
Existe una estupenda colección de fotos que, muy pedagógicamente, explican muy bien esta operación de tal manera que llega a emocionarnos. Si hubiera que calificar todo esto académicamente, yo diría que la actuación es de Matrícula de Honor. Y además el Mercado está y sigue siendo precioso.
Fotografía: Javier Callejas
Parece mentira que a estas alturas un catedrático de Proyectos tenga que defender la importancia de las estructuras en el hecho arquitectónico. Desde Arangoa a Ricardo Aroca o a José Luis De Miguel, en Madrid hemos tenido muy buenos maestros. Todavía recuerdo mis largas conversaciones con Andrés Rubio, que es el arquitecto sabio que calcula todas mis estructuras, y con Martínez Segovia, ingeniero de Caminos egregio, con motivo de mi Cubo en Granada. Para lograr ese diálogo con la Luz, necesitaba de una estructura clara. Como el aire cuando atraviesa el instrumento musical para producir la Música, la Luz necesita de una estructura precisa, de un instrumento musical bien afinado para que suene bien.
Fotografía: Javier Callejas
Las Escuelas de Arquitectura actuales parecen haber perdido el orate y abandonado, algunas, la importancia de las Estructuras. Como si en Medicina se dejara de estudiar Anatomía o Traumatología, imprescindibles para ser un buen médico. Y así, se producen ahora arquitecturas fragmentadas con infinidad de juntas donde todo son problemas. O con formas de globos o similares, que pertenecen más a una arquitectura efímera. A nosotros se nos enseñó a levantar arquitecturas capaces de permanecer en el tiempo ¡para siempre!
El Mercado de Almería, premiado en su momento por los arquitectos con el premio ARCO, es un ejemplo de lo que es y tiene que ser la Arquitectura.
Alberto Campo Baeza
Noviembre de 2023
Fotografía: Javier Callejas
Mercado Central de Almería 1892-1897. Arquitectos: Antonio Martínez Pérez y Trinidad Cuartara, arquitecto municipal del Ayuntamiento de Almería.
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Publicado: Mar 25, 2024