Proyecto ganador para la transformación de la Casona de Puente de Viesgo por la Fundación EDP

La Fundación EDP, proveniente del ámbito energético, desarrolla un interesante programa de apoyo a iniciativas educativas, culturales, sociales y medioambientales, como es el de Arte Público.

Arte Público busca dar nueva vida a los espacios públicos en zonas rurales a través de un enfoque de urbanismo sostenible con el que apuesta por el arte, el diseño y la arquitectura como herramientas para fomentar la inclusión social y el desarrollo local. La primera edición de esta iniciativa dio como fruto el proyecto de la Central Artística de Bueño (CAB), inaugurada en septiembre de 2023 en la que se ha implicado de manera activa para desarrollar contenido el Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología de Lisboa.

El objetivo del programa es crear espacios de desarrollo cultural que inviten a la participación de la comunidad y ayuden a fijar la población en el ámbito rural.



En la segunda edición de Arte Público se propone transformar la histórica Casona-Palacio de los Bustillo en un nuevo centro artístico para la comunidad de Puente Viesgo (Cantabria) mediante una propuesta colaborativa en el que se tuviera en cuenta la implicación de los vecinos de la localidad.

La convocatoria ha estado dirigida a estudiantes o recién licenciados en los grados de arte, diseño o arquitectura, con participación activa a través de las universidades. El jurado de esta edición ha estado formado por Sonia Puente, arquitecta y urbanista experta en regeneración urbana y arquitectura sostenible; Fátima Sánchez, directora ejecutiva del Centro Botín; Teresa Táboas, arquitecta y miembro del Consejo de la Unión Internacional de Arquitectos; Jose María Ezquiaga, arquitecto experto en gestión del territorio y Premio Europeo de Planificación Urbana; Jaime Sordo, presidente de la Asociación de Coleccionistas Privados 9915 y propietario de la Colección Los Bragales; y Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.

Tras una selección de tres proyectos finalistas el proyecto ganador ha sido "Erre de Muro", de Víctor Blanco, Beatriz Salido y Lucía Santos, equipo presentado por las universidades politécnicas de Madrid y de Sevilla.

Erre de Muro de Víctor Blanco, Beatriz Salido y Lucía Santos

El jurado considera que “Erre de Muro” destaca por su propuesta, que incluye un auditorio, biblioteca y cafetería conectados a una sala de exposiciones e integrando elementos históricos con arquitectura moderna. Además, incluye un diseño sostenible con paneles solares y sistemas de reutilización de agua.

La propuesta se centra en transformar el Palacio de los Bustillo y Ceballos en un Centro Cultural, diseñado para atender tanto al barrio de El Acebal como a todo el municipio.

La intervención incluirá la restauración del Palacio siguiendo las directrices de protección establecidas, así como la incorporación de una nueva construcción y el tratamiento de los espacios libres de la parcela. Se busca una solución global que integre de manera armónica las edificaciones y el paisaje circundante, utilizando un enfoque arquitectónico, artístico y paisajístico contemporáneo que respete el contexto rural y responda eficazmente a las necesidades de los habitantes de Vargas.

El programa de necesidades incluye un auditorio con capacidad para 200 personas y un espacio expositivo flexible de 300 m² en planta baja, destinado a la colección de arte "Los Bragales" del coleccionista Jaime Sordo. Dentro del Palacio, deben ubicarse salas multiuso, una biblioteca y una cafetería con terraza. La casa de los guardeses debe incluir un estudio de grabación de radio y un espacio museístico dedicado a un fondo documental relacionado con esta temática. También se requiere la incorporación de áreas de gestión y administración.

Además de estos usos, los vecinos del pueblo solicitan espacios al aire libre donde poder desarrollar muchas y diversas actividades sociales y de recreo.

Planta con hendiduras en el muro.

Resulta fundamental considerar el cierre perimetral de la finca conjugando el respeto de su carácter histórico y la conexión con el espacio público circundante. 

El muro es el punto crítico del debate entre los vecinos de Vargas. Todos coinciden en su alto valor patrimonial, pero entran en conflicto a la hora de imaginar un futuro abierto y cerrado al mismo tiempo. Por eso el muro tenía que ser la esencia del proyecto.

La estrategia es muy sencilla: recortar y recolocar.

El muro es el que configura la parcela: el programa exterior se divide en una serie de franjas este-oeste moduladas a partir de las hendiduras. De este modo, en sucesión norte-sur, encontramos huerto comunitario, zona de picnic, mercado al aire libre, mini granja, skatepark, parque infantil, zona de juegos deportivos, parque bio saludable, petanca, etc.  

El “nuevo” edificio renace de los escombros. Las piedras que se retiran del muro se reutilizan para levantar la estructura de una pieza alargada y flexible que recoge el auditorio y la sala de exposiciones.

Construcción del nuevo edificio

Las decisiones respecto a la estructura y el sistema constructivo del nuevo edificio responden a la intención de hacer del muro el protagonista del proyecto, además de generar una imagen integrada en el entorno en todas sus escalas. A su vez, se escogen materiales producidos en el norte de España, apostando por una economía de proximidad, que apoye el desarrollo económico de la zona y aporte beneficios medioambientales. 

El elemento portante principal es el muro de hormigón ciclópeo, construido con las piedras extraídas de las hendiduras del muro. Esta técnica aúna tradición e innovación, manteniendo la esencia del muro, pero adaptándola a las nuevas necesidades.

El muro se asienta sobre una cimentación de zapatas corridas que, a su vez, sirve de cimentación para el resto de la fachada. 

Sobre los muros apoyan vigas de madera alistonada de 1000x200mm, del norte de España. Estas dimensiones son suficientes para salvar la luz de 12m y conseguir un espacio completamente diáfano y flexible, garantizando además la resistencia al fuego suficiente para poder dejarlas vistas.

Se propone un espacio con luz cenital, con lucernarios orientados a norte para tener una luz continua durante todo el día. Esto se consigue con una cubierta dentada que también aporta un faldón orientado a sur para aprovechar el soleamiento con paneles fotovoltaicos.

La forma de la cubierta la generan unas cerchas metálicas triangulares que apoyan sobre las vigas de madera. Sobre ellas se sitúan las correas que soportan una cubierta de panel sándwich y las carpinterías del lucernario. Para proteger los paneles se opta por chapa minionda producida en el norte de España. Se trata de un material que refleja los tonos grises y azules del cielo y el verde de las montañas que le rodean, generando una imagen en la que el muro es el protagonista de un edificio absolutamente integrado en su entorno.

Texto de la memoria del proyecto.

Víctor Blanco, Beatriz Salido y Lucía Santos, son graduados en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid y posteriormente cursaron un máster en la Universidad de Sevilla. 

La ejecución de la obra incluirá una evaluación de impacto social con la metodología SROI, lo que permitirá medir su contribución al desarrollo a largo plazo.

Fundación EDP