El Premio Félix Hernández nace en 1981 con la idea de promocionar y potenciar la excelencia en arquitectura de las obras realizadas dentro del ámbito geográfico de la provincia de Córdoba, proyectando a la sociedad su importancia cultural y económica y apoyando el entorno profesional.
El premio valora intervenciones arquitectónicas ya construidas, y, por lo tanto, actúa como un signo de reconocimiento y una herramienta de transformación, reconociendo no solo las virtudes de un proyecto, sino también el esfuerzo de profesionales y empresarios del sector que, con su trabajo, han contribuido a mejorar la calidad en la construcción en el territorio.
En esta XVII edición, que comprende las obras comprendidas entre el 1 de enero de 2021 y el 31 de diciembre de 2022, el jurado ha estado compuesto por José María Manzano, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada; Berta García Reguera, arquitecta de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE); Antonio Cruz Villalón, arquitecto colegiado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla designado por los concursantes y Premio Nacional de Arquitectura; Pablo Manuel Millán Millán, asambleísta del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Arquitectos y vocal de Publicación del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla; y Juan Eusebio Benito Pérez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba. Actuó como secretario del mismo el también secretario del COACo, Víctor M. Díaz Huerta.
El premio se organiza en tres categorías Obras de edificación de nueva planta, Obras de rehabilitación o intervenciones en edificios preexistentes e Intervenciones en el espacio público, categoría que en esta edición ha quedado desierta.
Fotografía: ©Juan Ramón Maroto Alted.
Situado en la Finca Dehesa de Los Rodeos, Cardeña, se trata de un rectángulo de 52 por 40 metros ubicado en un claro de un encinar a tres kilómetros del municipio, desde donde observar la fauna protegida de un ecosistema único: la mayor dehesa del mundo.
Sobre un solado de chinos y a escala del paisaje, se creó una cubierta a través de una serie de cúpulas abovedadas que recuerdan la arquitectura tradicional de la zona, y bajo éstas se implementaron dos corredores Norte-Sur.
Tanto el rectángulo como las cúpulas guardan la denominada proporción cordobesa que investigó el arquitecto Rafael de la Hoz Arderius como patrón de la arquitectura de Córdoba. Para levantar este edificio se usó solamente una cimbra metálica, con un vertido de hormigón realizado in situ con árido de Los Pedroches.
Fotografía: ©Alfonso Quiroga.
El jurado premia esta obra por ofrecer “una buena decisión en la organización previa del espacio y la apuesta por una revisión de la arquitectura tradicional de la zona a través de la selección de la cúpula como elemento para establecer las cubiertas”.
Créditos del vídeo: Rafael de La-Hoz Arquitectos
El edificio, situado junto al Parque Joyero de Córdoba y promovida por el Ayuntamiento de la ciudad, fue construido en 2004. Se presentaba como un contenedor industrial de grandes dimensiones cuyas fachadas más largas se abrían al exterior con amplias cristaleras y accesos indiferenciados. No tenía vestíbulo ni dependencias de servicio, ni su interior ofrecía la posibilidad de compartimentarse.
La reforma ha solventado estas carencias y ha otorgado a la envolvente del edificio una imagen de rotundidad y carácter institucional a través de una fachada de hormigón prefabricado en color blanco, horadado por perforaciones rojizas que permiten crear un tamiz de luz para las crujías perimetrales. Este tamiz de luz se inspira en las celosías y en los trazados hispanoárabes presentes en las lacerías de los monumentos cordobeses.
El jurado valora estas mejoras como “muy dignas de reseñar, así como la nueva organización del interior del edificio”. Tras esta reforma, el CEFC se presenta a la ciudad como un gran espacio flexible en el que tengan cabida una gran variedad de eventos”.
El jurado decidió otorgar también menciones especiales en la categoría de Obra nueva a Vivienda unifamiliar aislada proyectada en Puente Genil por los arquitectos Irene Serrano Cabello y José Ángel Rey Torrecillas; y a 123 viviendas y garajes en la Manzana 10 del Plan Parcial O7, Poniente Sur, Córdoba, proyectadas por Javier Caro Domínguez, estudio Aquinur-Baum.
Fotografía: Manolo Espaliú.
Fotografía: Jesús Granada.
Igualmente, en la categoría de Intervención en edificios preexistentes se conceden dos menciones especiales al Nuevo Búnker y Ampliación del Área de Tratamientos de Radioterapia del Hospital Provincial de Córdoba, del arquitecto Miguel Blázquez Gómez-Landero, y a la rehabilitación de la casa de la Fuente del Loro, obra de la arquitecta Alicia Jiménez Jiménez.
Fotografía: Juanca Lagares.
Es importante resaltar que uno objetivo importante en la organización del premio Feliz Hernández es la divulgación de la arquitectura de la provincia de Córdoba, y especialmente, ponerla en conocimiento del ciudadano, como recuerda Juan Eusebio Benito Pérez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba.
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Publicado: Sep 10, 2023