En Tectónica hemos ido reuniendo a lo largo de años ejemplos de investigaciones que aportaban soluciones con efectos antibacterianos para aplicar en los espacios más necesitados de una higiene extrema.
La pandemia del Covid-19 ha hecho que la sociedad se replanteé muchas costumbres y actitudes que se han visto modificadas por la situación de alarma sanitaria y el consecuente confinamiento.
Algunos de estos usos permanecerán en la sociedad, e incluso serán el origen de cambios interesantes en la forma de trabajar o de vivir los espacios domésticos, y otras en cambio desaparecerán una vez que la epidemia tenga una vacuna o un tratamiento efectivo.
Así como la costumbre de lavarse las manos a menudo hay quien ya la practicaba antes del consejo sanitario, hay empresas que llevan desde hace tiempo dedicando recursos a investigar sobre soluciones que ayuden a eliminar las bacterias para asegurar entornos limpios en espacios en los que esta cualidad es una exigencia higiénica clave.
En primer lugar, es interesante destacar que hay materiales que por sus componentes químicos ofrecen de manera natural esta acción antibacteriana, hablamos del cobre y del linóleo.
Las superficies de cobre y sus aleaciones conservan sus propiedades como material antimicrobiano incluso rayado. Imagen: KME
En el caso del cobre esta acción se extiende también a las aleaciones que cuentan con más de un 70% de cobre en su composición, como sería el caso del bronce que tiene un 90% de cobre en la aleación. La elaboración de elementos para interior como tiradores de puertas o en forma de chapa para superficies en las que se deba evitar la multiplicación de bacterías es adecuada, aunque se debe tener en cuenta la necesidad de un mantenimiento continuo.
El aceite de linaza, presente en la fabricación del linóleo, es el responsable de las propiedades antibacterianas y fungicidas del pavimento. Sin embargo, al existir ahora muchas variantes de fabricación del linóleo, incluso con la sustitución del aceite de linaza por otros ligantes sintéticos es importante que el producto cuente con un certificado que asegure la composición natural del linóleo.
El aceite de linaza, ligante de los pavimentos de linóleo, tiene un efecto antibacteriano. Polideportivo en Michelstadt, Alemania. Loewer + Partner Architects. Imagen: Gerflor.
Este tipo de suelos aporta, además, unas cualidades antiestáticas y de amortiguación acústica idóneas para espacios deportivos . Su aplicación como pavimento continuo de linóleo líquido añade a las cualidades anteriores la inexistencia de juntas.
Linóleo líquido aplicado en la remodelación del Hospital Admiraal de Ruyter en Vlissingen, realizada por el estudio Atelier Pro. Imagen: Duracryl Intrnational.
Hospital universitario en Tübingen, Alemania.Suelo de resina de poliuretano con acabado antibacteriano y composición del pavimento: A- Capa de acabado estándar o antibacteriana. B- Capa base. C- Capa elástica reductora de ruidos de impacto. D- Imprimación. E- Soporte. Imágenes: BASF Chemical Construcion / Mastertop.
Es en los pavimentos en donde más variantes de materiales con respuesta antibacteriana encontramos, desde pavimentos continuos de poliuretano con superficie bacteriostática que ofrece una superficie sin juntas y que permite utilizar los agentes de limpieza más agresivos; suelos de PVC reciclables con muy bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles, actividad antibacteriana, alta capacidad de limpieza y desinfección.
Pavimento de PVC con un tratamiento superficial que inhibe el crecimiento de bacterias utilizado en el Hospital de Canberra, Australia, 2010. Imagen: Gerflor.
Klinker porcelánico tratado con la tecnología Bioklinker® basada en la incorporación de iones de plata en el propio proceso de fabricación antes de cocción que inhibe el crecimiento de bacterias, hongos y levaduras, obteniendo un producto eficaz contra olores y manchas y con efecto antibacteriano permanente. Imagen. Gres Aragón.
El gres porcelánico, con junta de colocación también antibacteriana, proporciona una envolvente de suelos y paredes protegida contra microorganismos. Imagen: Rosagres
Pavimentos de Klinker porcelánico tratado tecnología basada en la plata que inhibe el crecimiento de bacterias, hongos y levaduras, obteniendo un producto eficaz contra olores y manchas y con efecto antibacteriano; tecnología también aplicable al gres con junta también antibacteriana o en moquetas de nylon con tratamiento que inhibe el crecimiento de bacterias como MRSA y E-coli, y de ácaros del polvo, cuyas fibras capturan alérgenos y partículas finas de polvo del aire y las retienen hasta su limpieza.
Moqueta con tratamiento que inhibe el crecimiento de bacterias y ácaros del polvo. Imagen: Forbo International.
Composición de la moqueta cuyas fibras retienen ácaros y suciedad, además de estar tratadas con inhibidores de crecimiento de bacterias: A- Fibra de Nylon 6.6. B- Adhesivo. C- Tejido sin tejer de fibra de vidrio. D- Espuma de PVC de célula cerrada. E- Malla de fibra de vidrio. F- Base de PVC reciclado. G- Capa de PVC compacto. Imagen: Forbo International.
Las paredes pueden contaminarse con bacterias por depósito de polvo, contacto humano o salpicaduras. Imagen: Akzo Nobel Coatings.
Las pinturas que incorporan productos a base de iones de plata refuerzan su resistencia al crecimiento de bacterias en su superficie o incluso incorporan componentes que atacan y eliminan las bacterias por contener un polvo biocida en su composición, pintura que se aplica sobre techos técnicos los cuales con el sistema de unión adecuado son instalados en las salas de mayor necesidad de higiene.
Falso techo tratado con pintura con polvo biocida en su composición. Imagen: Armstrong Ceiling Solutions.
Un revestimiento de vidrio también es una solución muy utilizada en salas o espacios de alta exigencia higiénica, y si en su composición se incorpora iones de plata, se eliminará el 99,9% de las bacterias que se depositan sobre su superficie.
Los iones de plata presentes en el vidrio garantizan su efecto bactericida y fungistático.Imagen: AGC Flat Glass Europe.
Vidrio con iones de plata en su composición utilizado como revestimiento en un entorno hospitalario. Imagen: AGC Flat Glass Europe
Las manillas o picaportes fabricados en cobre tienen el comportamiento antibacteriano ya descrito, sin embargo su mantenimiento puede ser muy laborioso. Para las manillas de aluminio se ha desarrollado un tratamiento basado en nanopartículas de base de sílice y un agente bioactivo incorporado en el lacado o anodizado, que no altera su acabado, etiquetado como protección antimicrobiana.
Manilla con tratamiento basado en nanopartículas de base de sílice y un agente bioactivo que ofrecen una protección antimicrobiana a las manilla de aluminio. Imagen: Reynaers.
Para asegurar una calidad del aire en circulación limpia de patógenos, es importante también el cuidado de las instalaciones. Existen en el mercado conductos de climatización que se fabrican con tratamiento antimicrobiano en su cara interior para evitar la proliferación de organismos a través de los mismos.
Los conductos además de ser resistentes a los microorganismos ofrecen absorción acústica que mejora el confort ambiental. Detalle del acabado inteior de los conductos de climatización. Imagen: URSA.
Para la red de saneamiento se han desarrollado sistemas de rehabilitación y limpieza de tuberías sin obras mediante manga con curado ultravioleta, que renueva el revestimiento interior mediante resinas que fraguan bajo la presencia de luz ultravioleta.
El sistema de rehabilitación y limpieza se aplica en tuberías con longitudes de hasta 200 metros, y diámetros de tubo comprendidos entre los 150 y 1.600 mm. Imagen: Hidrotec®.
Como complemento a las estrictas demandas de las salas blancas de los hospitales, también hay empresas que han desarrollado luminarias específicas para ellas con recubrimiento antibacteriano y gran resistencia a los productos de limpieza con un diseño que facilita esta labor.
Las luminarias diseñadas específicamente para salas blancas puedes estar realizadas en aluminio o acero inox. Imagen: Troll (Luxiona).
Y para terminar, aunque en el interior doméstico todas estas soluciones pueden ser excesivas y la limpieza no debe ser tan exigente, hay superficies en las que sí es importante mantener un elevado grado de limpieza y evitar la propagación de las bacterias. Hay soluciones que por su compacidad, su baja permeabilidad, no favorece la propagación de las bacterias u otros microorganismos, como los laminados supercompactos o las piedras más pulidas, sean naturales o sintéticas, pero sí hay investigaciones que han dado como resultado encimeras de mármol, granito o cuarcita las cuales en su proceso de fabricación han sido tratadas tecnológicamente para evitar la proliferación de hongos y bacterias sobre ellas.
Encimera de granito con tratamiento antibacteriano que es recomendable mantener una vez al año. Imagen: Levantina.
Editado por:
Publicado: Jun 1, 2020