El festival Lluèrnia, celebrado en la ciudad de Olot el 8 y 9 de Noviembre de 2024, se ha convertido en un referente para la arquitectura efímera en torno a la luz y el fuego. El festival, tiene la voluntad de hacer visible la relación de la ciudad con su entorno y, especialmente, con el fuego de los volcanes que han dado forma al lugar, al paisaje, a la cultura y al carácter de la gente de la Garrotxa.
Efecte Papallona (Residència La Caritat y Montsacopa). Foto: Nuria Prieto
Trece años después de su primera edición en 2011, Lluèrnia se ha consolidado manteniendo los principios de su génesis:
-Recuperación de espacios, especialmente aquellos que son poco conocidos o que están olvidados.
-Fusión de las técnicas innovadoras y la tradición.
-Cortesía institucional, que busca que el festival se abra a la ciudadanía y que no produzca problemas en la ciudad.
-Reconocimiento de la autoría de las propuestas artísticas, incluyendo las que vienen de entidades sociales y escuelas.
-Tratamiento preferente de las instalaciones en las que participen escuelas e institutos. Así, el festival se concibe como un acto de ciudad, donde los más jóvenes pueden entender el festival como una experiencia gratificante que les permite comprender el lugar que habitan.
Glòbuls Vermells (AOAPIX). Foto: Nuria Prieto
Lluèrnia 2024 ha contado con 28 propuestas que han llenado de luz y fuego las calles de Olot entre el 8 y 9 de noviembre, entre las cuales destacan especialmente: Pont de Lava. Una atmósfera per a Pep Sau de Xevi Bayona, Álex Posada y AniolColl; Llindar de Pol Mas de Xaxas, Marc Arroyo, Elvira Turke y Daniel Finkelstein; Descens al Compàs del Vent de Cristina Montero; Eteri de Berta Segués, Ana González, Sandra García, Nayaa Valencia y Daniel Baena; Monomagma-light de IPER-collettivo; Ignis Fatuus de ESDAPC; Planta un Somni de la Fundació Albert Bosch o La línea i el Laberint de Nuria Prieto con las escuelas de secundaria de Olot y comarca.
Cada uno de estos proyectos trabaja un aspecto vinculado a la luz o al fuego y a lo efímero, posicionándose sobre un lugar significativo de la ciudad de Olot.
Eteri de Berta Segués, Ana González, Sandra García, Nayaa Valencia y Daniel Baena. Foto: Nuria Prieto
Subjective (Silvia Isach / Sinoca). Foto: Nuria Prieto
El proyecto situado en el interior de la caldera del volcán Montsacopa es un homenaje al fotógrafo Pep Sau, quien captaba, creaba y pintaba atmósferas. En su obra, la invención sobre el paisaje era capaz de definir espacios singulares que apelaban directamente a las emociones. El proyecto reinterpreta la formación del cráter mediante la disposición de luz láser roja que secciona una pequeña masa de humo. El corte producido por la luz recrea un mar de lava y nubes que puede ser contemplado a través de una pasarela construida en medio del volcán. El camino que permitía recorrer la instalación se interpretaba como “un puente para atravesar la luz”.
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Llindar, o umbral, es una propuesta que reflexiona sobre el final de un camino y el debate personal que nace entre expectativa y realidad. La obra estaba formada por una parrilla de 40 PAR 64 con lámparas 1- (spot), que componen un conjunto lumínico de 40.000W. La estructura se situaba en el final de una calle, de tal manera que su contemplación desde una perspectiva alejada enmarcada por la trama urbana incitaba a una reflexión crítica sobre la idea del espacio público de la ciudad a través de la historia y el tiempo. El uso de luz incandescente creaba un efecto de calidez, cercanía e identificación con el individuo que invitaba a acercarse cada vez más a ella.
Foto: Nuria Prieto
Este proyecto, desde la distancia, simulaba ser una instalación más, una proyección contra una medianera que mostraba la caída de las hojas de los árboles en otoño. Sin embargo, la textura de la proyección incitaba a pensar que quizás escondía algo. Frente a ella dos pequeños huecos en una tapia permitían contemplar el truco por el cual las hojas caían por la medianera.
El movimiento de las hojas estaba producido por un ingenioso mecanismo lumínico en el que un foco situado en el centro de un lienzo dinámico proyectaba la imagen sobre la medianera. El lienzo dinámico estaba formado por una pieza cilíndrica transparente en la que estaban dibujadas las hojas. La incidencia de la luz sobre ellas y su imagen sobre la medianera permitía seguir el recorrido de cada una de las hojas y contemplar sus detalles.
Foto: Nuria Prieto
El proyecto homenajeaba el 300 aniversario de la Fuente del Ángel mediante una intervención efímera sobre la escultura de la plaza. La instalación consistía en una nube de lluvia situada sobre el ángel, simbolizando el ciclo de la purificación y renovación de la naturaleza. El proyecto buscaba la experimentación del observador quien sentiría la lluvia al tiempo que contemplaría la imagen del ángel iluminado tras la cortina nebulosa de agua. Como indica la memoria de la instalación: “De esta forma, las nubes de lluvia y los ángeles se convierten en símbolos de fuerza y esperanza, y nos recuerdan la belleza y la perfección de la vida en medio de la adversidad”. El proyecto fue desarrollado por cinco estudiantes de quinto curso de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Girona.
Foto: Nuria Prieto
La instalación Monomagma-light estaba inspirada en la Flame Stitch o Bargello Stitch, una técnica de bordado tradicional del siglo XV originaria de la ciudad de Florencia. Este tipo de bordado era común en el espacio doméstico como funda para almohadas, telas para cubrir muebles o preciosos tapices. La técnica de bordado, presenta una definición específica a partir de un tipo de punto vertical que es capaz de crear formas tridimensionales mediante la repetición del cosido, el patrón se parece a una llama, de la que deriva el nombre ‘flame’. Esta idea es la que permite al estudio IPER-collettivo conectar la industria textil Florentina de Pratto con la génesis volcánica de Olot. El color y la luz elegidos para la instalación recrea la textura e imagen de la lava volcánica dando forma a una figura conceptual.
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
El proyecto de L’Escola Superior de Disseny i d’Arts Plàstiques de Catalunya invitaba a sumergirse en una atmósfera mágica apoyándose en la naturaleza del lugar. La instalación se situaba sobre el ascenso al volcán Montsacopa, un camino entre árboles desde el cual se deja ver, a través de las ramas, el paisaje de la ciudad. El proyecto llenó el camino de pequeñas luces que, como luciérnagas, iluminaban el paso desvelando la magia de la naturaleza existente. El ascenso al volcán se convertía en un bosque mágico en el que parecía que algo especial podía suceder.
Foto: Escola Superior de Disseny i d’Arts Plàstiques de Catalunya
Esta instalación es el primer proyecto de gran formato de la historia del festival que permitía la participación ciudadana. La instalación consistía en un campo de luz formado por 15000 ‘flores’ de cartón metalizado iluminadas que colonizaron el parque de Mas Serrat. Cada visitante podía contribuir comprando y plantando una flor. Las aportaciones se destinaron a la investigación contra el cáncer infantil a través de la Fundación Albert Bosch.
Foto: Nuria Prieto
La línea y el laberinto era una arquitectura inflable de 850 m de largo que configuraba un laberinto luminoso sobre el Firal de Olot. El laberinto es una figura arquitectónica muy antigua. La línea y el laberinto toma su nombre de un texto de Umberto Eco en el que se explica que existen dos concepciones del mundo. De manera metafórica esta dualidad se puede entender como el salto de lo simple a lo complejo, de lo terrenal a lo creativo y mágico. La línea que es capaz de dibujar un laberinto puede hacer que un simple trazo sobre un lugar traslade a quien lo recorre a una dimensión alternativa en la que la luz y la materialidad son capaces de crear una atmósfera mágica.
El laberinto se construyó con dos tipos de plástico: blanco y dorado. El plástico blanco, de galga 200, al inflarse presenta una cierta transparencia difuminada, lo que provoca indefinición y distorsión al mirar a través de él. El plástico dorado tipo kraft impedía observar a través de él, sin embargo, todo es visible desde su interior. Exteriormente reflejaba, como un espejo, todo lo que sucedía en su entorno, por lo que al oponer dos elementos construidos con este material se producía un reflejo infinito que confundía y deformaba la realidad.
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Foto: Lluèrnia
Además de las instalaciones, un extraño animal se suele esconder en las calles de Olot cada año durante la celebración de Lluèrnia. Destinado al público infantil, como un juego, el colectivo Lluèrnia construye un dragón que se esconde en alguna ubicación de la ciudad. Esta instalación emite fuego cuando los niños lo descubren provocando aún un mayor asombro entre ellos. En la edición de 2024, el dragón estaba formado por una careta de grandes dimensiones que emulaba el rostro de un dragón que se accionaba abriendo la boca y emitiendo fuego.
Foto: Lluèrnia
El gran obelisco de Lluèrnia, sirvió de cierre al festival. Construido por los integrantes de Lluèrnia (Xevi Bayona, Aniol Coll, Met Tané, Biel Tané, Emi Martínez, Carol Nierga, Marc Lorente, Edu Martín, Martí Julià, Francesc Figueras, Salvador González, Lola Solanilla, Sílvia Reixach, Esteve Planella, Ariadna Castells i Elisabet Borrut) la enorme construcción de madera se situó en el aparcament de l’escola El Morrot. La estructura de madera estaba formada por listones separados entre sí para facilitar la ventilación y la propagación interna del fuego, se remataba con una pirámide de madera. La noche del sábado el obelisco fue quemado como actividad de cierre del festival.
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
Foto: Nuria Prieto
En la edición de 2024, han formado parte de Lluèrnia las siguientes instalaciones:
Llar (Pau Arquella y Carmen torres), Pont de Lava. Una atmósfera per a Pep Sau (Xevi Bayona, Álex Posada y AniolColl), Ignis Fatuus (ESDAPC), Descens al Compàs del Vent (Cristina Montero), La ciutat Collage (Escuelas infantiles y de primaria), La línea i el laberint (Nuria Prieto con las escuelas de secundaria), Planta un Somni (Fundació Albert Bosch), Una simple Espelma (Studio Lorente y Biel Tané), Interferències (Pol Valverde y Daniel Verano), Llindar (Pol Mas de Xaxas, Marc Arroyo, Elvira Turke y Daniel Finkelstein), Fantasía Clau de Superació (GI7966BG), Glòbuls Vermells (AOAPIX), Subjective (Silvia Isach / Sinoca), Penombra (Xevi Roura), Eteri (Berta Segués, Ana González, Sandra García, Nayaa Valencia y Daniel Baena), Distòpia de 3 (Alumnos y docentes del PTT, EME y EOI), Moll Nord (Emi Martínez, Aniol Coll, Francesc Figueras y Marc Ferrer), Monomagma-light (IPER-collettivo), Ina Volcana (CFAS de escultura aplicada y Escola d’Art d’Olot), Navegue Junts (Residència Santa Maria del Tura), Flors de debò (Residència Sant Jaume), OBelisc (Lluèrnia), Fulgor (Blue Magma Lab), Etzigoris (Companyia Taller de Magnèsia), XXIaC (Pim Pam Pum Foc) y Efecte Papallona (Residència La Caritat y Montsacopa).
Llindar (Pol Mas de Xaxas, Marc Arroyo, Elvira Turke y Daniel Finkelstein). Foto: Nuria Prieto
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Publicado: Dec 3, 2024