Dos pozos para la región de Sedhiou en Senegal

La organización benéfica Balouo Salo ha abierto dos pozos en Senegal en los que un ingenio mecánico se transforma en un vital símbolo de cohesión del territorio.

El agua ha sido la creadora de civilización. En la ribera de un río, a orillas del mar es en donde han surgido las primeras ciudades y es el agua la que sigue dando vida a la población de la tierra. Este recurso imprescindible es de difícil acceso en muchas zonas del planeta, e incluso el cambio climático ha transformado el curso de ríos y dificultado aún más su acceso.

Balouo Salo, organización sin ánimo de lucro, tiene entre sus objetivos el proveer de acceso al agua siempre que sea posible y, consciente de que abrir un pozo en una comunidad tiene un significado especial, procura que además del artilugio mecánico que haga aflorar el agua, haya un lenguaje simbólico que lo acompañe. Abre pozos y crea hitos. La arquitectura transforma el pozo en un lugar de encuentro vital en la aldea.

La construcción de los pozos

Balouo Salo propone, además, con estas iniciativas dar a conocer las técnicas de construcción para que la población pueda abrir un nuevo pozo de manera autónoma. Por ello la tecnología que se utiliza es local, con materiales locales y abierta a las sugerencias que propongan las comunidades.

En 2019 y 2020 Balouo Salo ha abierto dos pozos en la región de Sedhiou, Senegal. Los pozos se realizan mediante anillos de hormigón reforzado, una mezcla de cemento, arena local, fragmentos de arcilla y de hierro. Los anillos se realizan in situ con moldes de acero y van profundizando en el pozo a medida que se excava para evitar derrumbamientos y la acumulación de sedimentos en el agua.

El agua se extrae del pozo mediante una bomba que funciona con energía solar y a continuación el agua pasa a una serie de 3 filtros. Un prefiltro que elimina los sedimentos, luego un filtro de esterilización por rayos UV que elimina los virus y las bacterias, y un último filtro de ósmosis con 4 cámaras y membranas que hace que el agua tenga un elevado nivel de pureza y, por lo tanto, sea apta para el consumo. Una pequeña construcción protege el sistema de filtrado.

El valor simbólico de los dos pozos de Sedhiou

Hasta aquí la descripción más técnica de los pozos, pero la arquitectura no acaba aquí. Los dos casos se han construido con la participación de la comunidad y el resultado ha sido muy diferente.

El pozo de Sambacounda

En la aldea de Sambacounda, el pozo ha generado una pequeña plaza limitada por dos muros curvos realizados con bloques de tierra, con un acabado de arena y pintados en blanco.

El lugar se señala y protege por una cubierta simbólica de vigas de madera. La madera es local, de bosques de crecimiento controlado y mediante uniones mecánicas se logra la longitud de la viga necesaria.

En Sambacounda se ha cubierto el suelo en torno al pozo con una alfombra que habitualmente se utiliza en el interior de las mezquitas. Con este gesto se ha convertido el pozo en un lugar de rezo, que se respeta y al que se entra descalzo, aumentando su valor y protegiendo el lugar de actos vandálicos.

El pozo de Sanoufily

En Sanoufily, se eligió una estructura vertical para guarecer el pozo porque se quería crear un hito en el territorio y señalar la presencia del pozo incluso desde los caminos ocultos por los árboles por las que pasan los habitantes de otros pueblos.

La estructura está formada por vigas de madera que se encuentran en una pieza superior de acero que también sirve para atar los paños de tela que protegen del sol y crean la sombra en torno al pozo. Se eligió el rojo como color porque es el color del Kankourang, que es un espíritu protector de la comunidad.

La ONG Balouo Salo proporciona el material, los especialistas y voluntarios para llevar a cabo los proyectos que se gestionan con donaciones particulares y asociaciones estratégicas, como ha sido la ayuda de la oficina Regional del Ministerio Hidráulico de Senegal en estas dos obras. Asimismo organiza el concurso internacional de arquitectura Kaira Looro a través del que también lleva a cabo obras de arquitectura humanitaria.

Artículo escrito por el equipo de redacción de Tectónica con la información transmitida por Raoul Vecchio, fundador y organizador de Kaira Looro y presidente de la organización sin ánimo de lucro Balouo Salo.